Por su parte, el senador demócrata Christopher Dodd dijo en artículo publicado en 'The New York Times' que "este plan le permitiría al señor Paulson actuar con absoluta impunidad. Tras leer su propuesta, solo puedo concluir que no es únicamente nuestra economía la que se encuentra en riesgo, también nuestra constitución".
No obstante el ambiente de escepticismo, los senadores de ambos partidos (demócratas y republicanos) dijeron estar preparados para moverse con prontitud pero que no estaban dispuestos a darle al Gobierno todo lo que estaba pidiendo como parte de su plan de rescate para inyectar 700.000 millones de dólares para frenar la crisis financiera.
"Estoy preparado para actuar con premura, pero no voy a actuar irresponsablemente. Si se tarda más, así será", agregó el senador Dodd.
La reacción del congresista Dodd se produjo tras la solicitud del secretario del Tesoro de E.U., Henry Paulson, de que se le otorgaran poderes para rescatar el sistema financiero estadounidense.
Además, Paulson le pidió al Legislativo agilizar el trámite de su propuesta de la forma más "rápida y limpia". A lo que la mayoría de congresistas respondió de manera escéptica.
Se dice que aún no se sabe cómo van a votar los legisladores en este aspecto.
Crisis llegó a la ONU
Por otra parte, la amplitud de la crisis llegó a la ONU: el secretario general Ban Ki-moon clamó por un "liderazgo mundial" en estos momentos económicos difíciles, al abrir este martes la sesión de debates anual de la Asamblea General del organismo mundial.
Bernanke habló sobre un "desafío de liderazgo mundial" en el presente, cuando "las naciones ya no pueden proteger sus intereses, o avanzar en el bienestar de su pueblo, sin la asociación con el resto", en la sede de la ONU en Nueva York.
Momentos después, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, pidió en la ONU que las instituciones económicas multilaterales sean reconstruidas "sobre bases enteramente nuevas", porque actualmente no tienen "los instrumentos que necesitan para evitar la anarquía de la especulación".
Desde la semana pasada, la Fed inyectó más de 170.000 millones de dólares en dinero fresco ante la falta de liquidez. La crisis llevó a la quiebra del ícono de Wall Street Lehman Brothers y al borde de la bancarrota a otras instituciones, que debieron ser vendidas o rescatadas en última instancia.
Gran parte de esos papeles están adosados a préstamos hipotecarios acordados a familias poco o nada solventes, los llamados "subprime".
Los demócratas quieren que el plan no se limite al sector bancario sino que incluya también a las familias que han sido víctimas de la crisis del crédito a riesgo y medidas de reactivación económica que habían propuesto al presidente George W. Bush y que éste rechazó.
Los republicanos prefieren un plan concentrado en el sector financiero.
Bush se mostró el martes confiado en que los legisladores estadounidenses aprobarán el plan. "Tengo confianza (...) que habrá una ley bipartidista. Que los republicanos y demócratas se unirán para aprobar esta legislación ", dijo Bush al iniciar una reunión con presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, en paralelo a la Asamblea General de la ONU.