La decisión fue tomada ante la depresión del mercado de propiedades de Dublín y la recesión que sufre el país europeo.
La Autoridad de Desarrollos de los Muelles en Dublín aseguró que mantiene su compromiso de construir la largamente planificada Torre U2, pero informó que los problemas en la economía local y mundial obligaron a engavetar la idea por ahora.
La entidad expresó su esperanza de reabrir las negociaciones con posibles desarrolladores el año entrante. "El objetivo es ver este edificio completado. Sin embargo, dado el ambiente económico poco favorable, se necesita más tiempo", dijeron sus voceros en un comunicado de prensa, antes de agregar que están "confiados de que estas incertidumbres económicas serán de corto o mediano plazo".
El proyecto tuvo una batalla de seis años y tres rondas de competencias entre prestigiosos arquitectos. Pero ahora crecen las dudas de que el majestuoso diseño propuesto por el mundialmente reconocido Norman Foster vaya a ser una realidad más allá de las maquetas.
El proyecto, de 200 millones de euros (cerca de 610.000 millones de pesos), dominará el paisaje de Dublín, en su mayoría compuesto por edificios de poca altura, en parte gracias al esfuerzo de grupos conservadores, que han logrado entorpecer otras iniciativas de levantar rascacielos.
Apartamentos de un millón
La idea con la Torre U2 de Foster es vender más de 180 apartamentos por más de un millón de euros cada uno. Eso era fácil de proponer hace un año, cuando los inversionistas irlandeses todavía estaban poniendo su dinero en casas lujosas, lo que ha cambiado drásticamente con la situación actual.
Irlanda, hasta hace poco visto y visitado por funcionarios de otros países como ejemplo de desarrollo, se convirtió este año en el primer miembro de los 15 países que manejan el euro en caer en una recesión. Se estima que unas 20.000 residencias nuevas permanecen sin venderse en este país, donde habitan 4,2 millones de personas.
El británico Norman Foster preveía construir un edificio triangular de 120 metros de altura en la parte sur del río Liffey, con un tope similar al de una cáscara de huevo, donde se ubicaría el estudio de grabación de la emblemática banda irlandesa, lo que les daría a sus miembros una vista maravillosa.
DUBLÍN (AP)