La reducción de la pobreza en Colombia a 34,1 por ciento el año pasado, más de tres puntos menos respecto al 2010, y de la indigencia de 12,3 a 10,6 por ciento en el mismo periodo, además de sorprender a los colombianos, produjo otro efecto igual o más importante: el de ratificar y profundizar el camino tomado desde el inicio de la administración del presidente Juan Manuel Santos para combatir ese flagelo y la desigualdad en la distribución de los ingresos.
El director del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), Bruce Mac Master, dijo que en año y medio, en pobreza se logró el 70 por ciento de la meta para cuatro años, y en pobreza extrema, el 60 por ciento. "Hoy está en la mente de todos mejorar las metas que nos impusimos", agregó.
Además, señaló que hubo redistribución de los ingresos: estos están creciendo más entre los pobres que entre los más ricos en el último año, que es lo deseable en una economía tan desigual como la colombiana.
¿Por qué bajó tanto la pobreza?
El plan de lucha contra la pobreza que denominamos 'Prosperidad para todos' incluye un canal indirecto y uno directo. El indirecto son las condiciones macroeconómicas necesarias para lograr implementar el canal directo: las políticas individuales.
Hay una premisa en la cual nos basamos: las condiciones macroeconómicas, como el crecimiento de la economía, no son suficientes para poder reducir pobreza y mucho menos la pobreza extrema, que la define la exclusión de los ciudadanos de todo el ciclo económico.
¿Y qué tiene que hacer el Gobierno para disminuir la pobreza extrema?
Darles la mano y subirlos hacia los pobres moderados. La evidencia muestra que los incrementos del ciclo económico son capaces de sacar a los pobres moderados y convertirlos en clase media, porque estos tienen la capacidad de estar insertados en la sociedad, han recibido una educación básica; si la economía crece, son capaces de conseguir empleo; si se generan nuevas oportunidades, tienen cómo acceder a ellas. No es el caso de los pobres extremos.
¿En qué se refleja que el Gobierno no esté confiado solo en el crecimiento económico para reducir la pobreza?
Tenemos tres herramientas muy poderosas: la Red Unidos. Hay 10.650 cogestores, cada uno a cargo de 150 familias.No hay nadie en el mundo que esté haciendo un trabajo más micro que el de Colombia. Somos ejemplo a nivel mundial. Para conocer este trabajo, hace poco vino una delegación de Pakistán, esta semana viene una de Ghana y después, una de Filipinas.
¿Qué hace la Red Unidos?
La Red Unidos es el reconocimiento de que las características de alguien en pobreza extrema no se parecen a las de otro pobre. Entonces, la Red hace un diagnóstico de cada familia y un estudio de cuál es el tratamiento que merece para poder incluirla en el ciclo de nuestra sociedad. No hay nada más macroeconómico que entender a las personas como individuos: nombre, apellido, esposa, número de hijos, la formación y la condición de salud, educación, vivienda, etc.
¿Y Familias en Acción?
Este es el programa más importante de transferencias condicionadas, que les llega a 2,3 millones de familias (8 millones de personas atendidas, incluidos más de 5,5 millones de niños) y busca colocarles escalones a las personas para que puedan acceder realmente al ciclo social.
¿Qué pasará con este programa?
Familias en Acción tiene efectos colaterales muy fuertes y es el programa más importante en reducción de pobreza, inequidad, inasistencia escolar, para que los niños entre 0 y 7 años tengan una correcta alimentación.
Familias en Acción se vence en agosto. En junio vamos a lanzar la fase tres y arrancamos inscripciones en julio. Va a incluir lo ya conocido y condicionantes adicionales.
¿Como cuáles?
Estamos muy interesados en incluir condiciones como la vacunación para los niños de 0 a 7 años; hoy no se estimula que los niños vayan a transición o grados más bajos y buscamos propiciar que haya oferta de transición en todos los municipios de Colombia. Asegurar que los jóvenes vayan al colegio y que las familias no los envíen a trabajar para obtener ingresos. Vamos a incluir programas como evitar el trabajo infantil en minas; estamos proponiendo un programa especial para que las familias pobres con miembros con discapacidad tengan una ayuda especial. También vamos a diseñar un piloto específico para evitar y prevenir el embarazo adolescente.
¿De dónde saldrán los recursos?
El Gobierno está gestionando una buena cantidad de recursos para ello.
¿Cuál es la tercera herramienta?
Es el grupo de programas para apoyar la generación de ingresos, capacitación para el empleo, recuperación de activos y seguridad alimentaria.
¿El Gobierno tiene claro dónde están los pobres?
Sí. El 70 por ciento de los pobres extremos están en el litoral pacífico (todo Chocó, el medio Atrato, el litoral del Valle, Cauca y Nariño) y toda la costa caribe. Por lo tanto, el 70 por ciento de nuestros esfuerzos tiene que estar allí. El fondo de compensación de las regalías, en primera instancia, irrigará recursos hacia toda esa zona. Es el tipo de medidas contra la pobreza, sin que nos olvidemos del resto del país.
¿El Gobierno tiene programas específicos para toda esa zona?
Sí. Hay más de 400 proyectos de generación de ingresos, como huertas caseras; en Chocó, en empleo de emergencia, logramos asignar 900 empleos; hicimos el programa para montar tres centros de desarrollo integral nuevos en Quibdó. También hay proyectos en Tumaco, Buenaventura y San Andrés.
Algunos cuestionan que tantos subsidios llevan a muchos a convertirse en 'pobres profesionales'.
Es una explicación facilista de la gente extremadamente neoliberal. La economía de mercado es capaz de ser el complemento perfecto junto con políticas de Estado para sacar a la gente de la pobreza extrema. Estas políticas, que ellos llaman asistencialistas, para nosotros son de construcción de sociedad.
Controversia
¿Nueva forma de medir bajó la pobreza?
Muchas personas aseguran que el cambio de la metodología que utiliza el Dane es la razón principal para la reducción de las cifras de pobreza, pues, dicen, la situación empeora. Bruce Mac Master comenta esa afirmación.
"Hubo ajustes en la metodología porque era de los años 80. La actual se basa en 250.000 encuestas, que cubren más de un millón de personas en forma directa". "Las políticas están dando resultados que, inclusive, nos sorprenden".
JORGE CORREA C.
Redactor de EL TIEMPO
