Los postes en poliéster reforzado con fibra de vidrio (PRFV) se han convertido en una de las mejores soluciones para llevarles luz eléctrica a las poblaciones apartadas del país, porque son fáciles de transportar e instalar.
A esto se suma que son resistentes a la corrosión y seguros tanto para el personal operativo que los trasladan y ponen en el lugar donde quedan fijos, como para las comunidades, porque disponen de un aislamiento eléctrico que evita el paso de corriente que pueda poner en peligro la vida humana.
Gracias a esta tecnología, Electricaribe ha podido instalar, en las zonas rurales de difícil acceso, más de 600 unidades de estas características en su sistema de distribución, llevando así fluido eléctrico a cerca de 20 mil clientes, para lo cual ha invertido unos 720 millones de pesos.
“Estos se colocan en áreas a las cuales no pueden ingresar vehículos pesados, necesarios para llevar los postes de concreto”, observa José García Sanleandro, gerente de Electricaribe.
Siguiendo este ejemplo, Enertolima desarrolla también una prueba piloto en varios municipios lejanos del Tolima, como Rovira, Fresno y Líbano, donde es difícil llevar e instalar esas unidades pesadas que permitan el tendido de redes eléctricas.
Con ello se espera beneficiar a cerca de 540 personas.
“Para desarrollar este programa se invertirán 400 millones de pesos, y de acuerdo con los resultados se espera extender a las demás localidades del departamento”, informa Judy Andrea Linares Flórez, gerente de Distribución de Enertolima.
ASPECTOS TÉCNICOS
Aunque esta tecnología se viene desarrollando desde hace más de 20 años en Colombia, su uso se ha proliferado en los últimos ocho, cuando empezó su producción masiva, con un crecimiento del 200%, señala Andrés Franco, director del área técnica de Fibratore, empresa dedicada a la fabricación de productos en poliéster reforzado con fibra de vidrio.
En general, entre las ventajas que se destacan en estos dispositivos está su vida útil, que se calcula en unos 80 años, su resistencia a la intemperie y a la corrosión en ambientes salinos, húmedos y donde se presentan días soleados y lluviosos constantemente.
Una unidad de estas tiene ocho metros de largo y su peso es de unos 55 kilos, lo que hace posible que pueda ser cargada fácilmente por dos obreros, mientras que una de concreto, con esta misma longitud, puede llegar a pesar 800 kilos, por lo que para moverla se requiere de maquinaria especializada.
Para el ingeniero Javier Alejandro Orjuela Montoya, del Área de Ingeniería y Gestión de la Empresa de Energía del Quindío (Edeq), estas estructuras “poseen buenas propiedades mecánicas y eléctricas estables en condiciones extremas.
A esto se debe sumar que son ecológicas, teniendo en cuenta que el poliéster reforzado con fibra de vidrio es un material amigable con la naturaleza, por su proceso de polimerización completo, que evita el lavado y emanación de materiales tóxicos al suelo y al medio ambiente”.
Precisamente, esta entidad ya compró los primeros dispositivos de este tipo, para lo cual ha destinado 20 millones de pesos, estos serán utilizados para el mantenimiento de redes.
Ha ubicado dos, uno en la balastrera del Comité de Cafeteros de Finlandia y otro en la finca El Bosque, en la vereda La Palmera, de Salento. Para el 2013 espera comprar otros más, con 33 millones de pesos que tiene ya disponibles.
EN LAS CIUDADES
Medellín es una de las ciudades donde se han puesto varios postes en fibra de vidrio, como ha sucedido en las calles del alumbrado del río, la Avenida Regional y la Autopista Sur.
En Bogotá, Codensa ha realizado algunas pruebas piloto, pero aún no los está utilizando de forma continua. Del mismo modo son empleados en vías rápidas y en puentes por tener la cualidad de ser livianos.
