Este hecho tiene un impacto en la economía, en la medida en que muchos empresarios e inversionistas prefieren darse un compás de espera antes de tomar decisiones para la ejecución de sus proyectos, mientras se aclara el panorama político del país, una vez se conozcan los resultados del proceso electoral.
Aunque la economía colombiana está en capacidad de asimilar una temporada electoral cada dos años (entre comicios presidenciales y para cuerpos legislativos), esta vez hay un ingrediente adicional: el de la posibilidad de una segunda reelección del presidente Álvaro Uribe.
Y es que las opiniones de los empresarios están divididas en torno a la conveniencia de un tercer periodo del Mandatario colombiano. Y más que eso, analistas y expertos consideran que la posibilidad de una nueva aspiración de Uribe genera dudas en algunos sectores de la comunidad internacional, en la medida en que han comenzado a comparar a Colombia con lo que sucede en otros países de la región, como Venezuela y Ecuador, que han reformado la Constitución para alargar la permanencia de sus mandatarios.
En realidad, la opinión de los analistas es unánime en el sentido de que Uribe ha sido un buen presidente, pero de la misma manera consideran que no es conveniente para el país cambiar las reglas de juego a mitad de camino, así al final del proceso sean los colombianos los que escojan la reelección, a través de la contienda democrática.
Está claro que los logros del Gobierno son reconocidos por los empresarios y por los analistas, pero también hay conceptos divididos en torno a una segunda reelección, lo cual genera un ambiente poco propicio para quienes tienen planes de inversión. Incluso, algunas instituciones han realizado estudios que permiten estimar lo que sería el impacto en el sector productivo de una campaña política con el presidente Uribe como candidato.
Una de las inquietudes es que este año electoral llega precisamente en momentos en que la economía aspira a su recuperación, lo cual puede ser perjudicial debido a las tensiones políticas tradicionales en este tipo de eventos.
De otro lado, en medio de la incertidumbre generada por la contienda electoral, el país empieza a sentir un descongelamiento del TLC con Estados Unidos, luego de que el presidente Barack Obama se refiriera al tema en su discurso sobre el Estado de la Nación.
Aunque muchos empresarios ya se hicieron a la idea de vivir sin un acuerdo comercial con Estados Unidos, otros consideran que esta es una opción que no debe ser descartada por los colombianos.
Sin embargo, la mención al tema hecho por el Mandatario estadounidense, no es garantía de que el tratado vaya a ser discutido este año en el Congreso de ese país. Así lo ratificó la embajadora de Colombia el Washington, Carolina Barco, quien indicó que en este asunto el país tiene que tener paciencia y no apresurarse, pues Obama insistió en que la prioridad será la agenda local. El Indicador de la Confianza en Colombia se mantiene en 76 por ciento para la presente semana.