También contemplaría mayores transferencias por seguro de desempleo y propone utilizar una reducción del IVA (Impuesto al Valor Agregado) como instrumento para apoyar el consumo.
"La Comisión propone que los Estados miembros se pongan de acuerdo sobre un plan de reactivación presupuestaria que sea temporal, específico y aplicable de manera inmediata", indica el documento que debe ser aprobado el miércoles por el colegio de comisarios europeos y presentado por su presidente, José Manuel Durao Barroso.
"Este estímulo presupuestario tiene que plantearse por un periodo máximo de dos años (2009-2010), tras lo cual los estados miembros deben comprometerse a revertir ese deterioro y volver a los objetivos establecidos a mediano plazo", agrega el proyecto.
De este modo, Bruselas deja entender que será temporalmente flexible en cuanto a los criterios de Maastricht, según los cuales los 27 estados miembros de la UE no pueden tener un déficit público superior al 3 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto).
El plan no hace referencia a ningún monto en particular, aunque Durao Barroso dijo el pasado fin de semana que se situará en torno al 1 por ciento del
PIB de la UE, equivalente a unos 130.000 millones de euros (163.000 millones de dólares).
En su programa de reactivación, Bruselas sugiere medidas para los hogares "más afectados por la desaceleración" económica, como "mayores transferencias en concepto de seguro de desempleo o por bajos ingresos, o una prolongación temporaria de los seguros de desempleo".
También incluye la idea de utilizar una reducción del IVA como instrumento para apoyar el consumo.
En ese sentido, si bien la mayoría de los expertos se pronuncia por un recorte del IVA como el método más rápido de influir en la economía real, no todos los gobiernos europeos están dispuestos a seguir ese consejo.
El primer ministro británico Gordon Brown se adelantó el lunes en Gran Bretaña con el anuncio de una reducción del IVA del 17,5 al 15 por ciento, el mínimo permitido por la UE, para estimular el consumo de bienes y servicios en el Reino Unido, que sufrirá una recesión en 2009.
En cambio, Francia y Alemania se resisten a elegir esa respuesta, tal como lo indicó la canciller alemana Angela Merkel, tras reunirse en París con el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Además de la idea de bajar el IVA, el plan de la Comisión Europea plantea una redistribución de los fondos de crédito ya programados y ventajas fiscales para luchar contra el calentamiento planetario.
Para mejorar la eficacia de sus iniciativas, Bruselas pide al BCE bajar aún sus tasas de interés.
"Nuevas pruebas de presiones inflacionistas a la baja, conjugadas con una caída de la demanda, dan margen para nuevas reducciones" de las tasas de interés, subraya el documento.
La propuesta de la UE se dará a conocer luego de que la Reserva Federal estadounidense (Fed) anunciase el martes un plan para inyectar hasta 800.000 millones de dólares en el sistema financiero para comprar hipotecas y valores respaldados por activos.
La Fed, nuevamente al frente en la lucha contra la recesión, indicó que se proponía destinar hasta 600.000 millones de dólares para el mercado de crédito inmobiliario y 200.000 millones para el crédito al consumo.
No le 'echarán una mano' a la industria
La Comisión descarta ayudas directas a la industria, lo cual incluye al sector automotor, que la reclama desde hace días.
Considera que los préstamos del BEI pueden desempeñar un papel importante en este ámbito y propondrá a los Veintisiete ampliar su capital para permitirle conceder más créditos.
En el ámbito tributario, Bruselas no recomendará a los países rebajas fiscales generalizadas -como ha hecho Reino Unido, al recortar 2,5 puntos el IVA-, consciente de que no todos los países tienen el mismo margen presupuestario. No obstante, sí les instará a adoptar bajadas selectivas de algunos impuestos, por ejemplo para los productos ecológicos.
En esa línea, el comisario europeo de Industria, Günter Verheugen, ha sugerido la concesión de una prima o bono a los compradores que adquieran un vehículo nuevo menos contaminante, una medida que apoyaría al mismo tiempo al sector del automóvil y a la reducción de emisiones de gases nocivos a la atmósfera.