"Desgraciadamente, el aumento de los suicidios no es algo inesperado dado que sabemos que en anteriores recesiones se produjo también un aumento", afirma Rory O'Connor, de la Universidad de Stirling.
"Ese aumento está relacionado con la pérdida del empleo. Hay implicaciones económicas, a las que se suma el mayor estrés que ello supone en las familias y las relaciones, así como la desaparición de las redes sociales que apoyan a la gente", señala el experto.
Frente al incremento de los suicidios, el número de divorcios cayó en Inglaterra y Gales en un 5 por ciento el mismo año. Se trata de la quinta caída anual consecutiva y la cifra de 121.779 registrada en 2008 es la más baja desde 1975.