He tenido oportunidad de leer el escrito, publicado el 23 de diciembre por el doctor Francisco Reyes Villamizar, el cual considero desafortunado por los términos en que se refiere al Notariado Colombiano, los cuales ofenden nuestra institución y agravian a quienes desempeñamos el cargo de fedatarios, razón para expresar nuestro absoluto rechazo a dicho artículo.
Referirse a nuestra Institución como "...el desprestigiado gremio notarial...", no es más que una afrenta a 870 notarios que ejercemos la función fedataria con vocación de servicio y pulcritud. Sabe usted Dr. Reyes, que toda institución, asociación o gremio, está integrado por personas que individualmente pueden fallar o incurrir en conductas inapropiadas o censurables, pero ello no implica, que todo un gremio sea valorado bajo un común denominador, por lo que no tiene validez su desafortunado comentario.
No siempre las publicaciones de prensa corresponden al contexto y a lo expresado por los entrevistados y lo que se ha indicado, es que de acuerdo a lo reportado por la Fiscalía y organismos del Estado, la gran mayoría de las formas asociativas que resultaron comprometidas en las defraudaciones de las denominadas "pirámides", eran empresas unipersonales "E.U", constituidas por documento privado, sin ningún control de legalidad en su origen, ni en la forma de surgir a la vida jurídica como tales.
Cuál fue el verdadero origen y quienes impulsaron ésta frágil forma asociativa, y quiénes en su legítimo derecho de asesoría profesional, obtuvieron y siguen obteniendo excelentes dividendos económicos, que al final demuestran un costo particular para la constitución de las SAS constituyen un mecanismo para obtener nuevos clientes, a quienes les ofrecen asesorías, desde luego, con remuneración económica.
Con esta nueva figura de las SAS, sin forma ni estructura lógica ni jurídica, el Estado ha dejado de recibir cifras incalculables por concepto del impuesto al IVA, timbre, retención en la fuente e indirectamente de los aportes a la Administración de Justicia que se hacen a partir de los derechos notariales, afectando seriamente el presupuesto de ingresos de nuestro país.
Vale la pena cuantificar, cuánto dejó y dejará de percibir el Estado Colombiano, por culpa de las SAS.
Es muy probable, que a través del "facilismo" y la ausencia de controles legales en la constitución de estas formas asociativas, podamos convertir a nuestro país en un paraíso fiscal, ojalá esto no ocurra y el Estado ejerza oportunamente los mecanismos de control previstos en la Constitución y en la Ley.
No es a través de agravios, ni descalificando al Notariado, como se logra el convencimiento y la razón, sino a través de una discusión seria, responsable y respetuosa, por lo que con la mayor consideración, me permito invitarlo a que de cara al país y en el foro académico que usted estime conveniente, confrontemos nuestros argumentos, para sacar conclusiones que beneficien, no a un sector económico del país, sino a todos los colombianos.