Mientras que a finales del 2008, el Gobierno de E.U. anunciaba el inicio de una crisis económica mundial comparable con la Gran Depresión, la economía China continuaba su senda de expansión y fortalecimiento, compartiendo actualmente el liderazgo de la producción mundial, precisamente, con E.U. China mantiene un comercio activo con el resto del mundo mediante una fuerte política de devaluación (estimaciones muestran que el yuan está devaluado con respecto al dólar en cerca de 40%), a la vez que ha logrado acumular reservas internacionales por algo más de US$1 billón. Fuera de las tensiones políticas entre las dos potencias mundiales consecuencia natural de sus opuestas posturas ideológicas sus relaciones económicas han sido complejas. El déficit comercial de E.U. con China ascendió a US$226.000 millones el año pasado, alrededor de 83% del déficit comercial total, cifra que alarma a muchos políticos y analistas estadounidenses. En términos generales, el histórico déficit comercial de E.U. ha estado acompañado por uno fiscal, situación conocida en la teoría macroeconómica como de déficit gemelos. A la par que se profundiza el déficit comercial, el fiscal aumenta como consecuencia del plan de inversiones anunciado por la administración Obama, en el marco de la activación de la política anticíclica para hacer frente a la crisis. Este déficit se ha financiado, en gran parte, con deuda que circulada en los mercados financieros chinos, convirtiendo a los asiáticos en el principal banquero de E.U. La deuda nacional bruta estadounidense asciende a US$12,4 billones (85% del PIB). De esta cantidad, 7,5 billones son deuda neta y la mitad está en manos extranjeras, de la cual los chinos tienen 890.000 millones. En julio del 2005, la moneda china pasó de estar ligada únicamente al dólar a depender de una cesta de divisas, entre otras, el euro y el yen japonés. Así pues, algunos sectores de la sociedad estadounidense reclaman al Gobierno chino el buscar ventaja competitiva manteniendo baja la cotización del yuan para promover sus exportaciones de manera artificial, profundizando el déficit comercial y debilitando la producción de E.U., provocando cerca de 3 millones de nuevos desempleos, según cálculos sindicales. China constesta que no es responsable del déficit comercial de E.U., y que no va a alterar su política cambiaria, aunque las presiones inflacionarias pueden llevar al Gobierno de Pekín a subir la cotización del yuan para frenar el aumento de precios. En pleno año electoral, en el cual el pueblo estadounidense elige a sus representantes en el parlamento, el papel de E.U. en el orden mundial, en particular con respecto a China, pone en el debate electoral las relaciones políticas y económicas entre estos dos países. La defensa de la producción local hace que en E.U. surjan ideas de proteccionismo con respecto a China y frenar el flujo comercial entre las dos potencias mundiales, situación que podría ir en detrimento de la recuperación económica mundial, pero que defendería la producción estadounidense de las agresivas prácticas comerciales chinas. RICARDO ROJAS PARRAProfesor universitario ricardorojas270@yahoo.com Mientras que a finales del 2008, el Gobierno de E.U. anunciaba el inicio de una crisis económica mundial, la economía China continuaba su senda de expansión y fortalecimiento.ANDRUI
Finanzas
19 abr 2010 - 5:00 a. m.
Las relaciones económicas de China y E.U.
Las relaciones económicas de China y E.U.
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