Buenos Aires/EFE. Boca Juniors y River Plate, inmersos en serias crisis futbolísticas que ponen en riesgo la estabilidad de sus entrenadores y la continuidad en sus plantillas de varios jugadores, chocarán mañana en la décima jornada de un torneo Clausura argentino que los ha perdido de vista como candidatos al título. River, el equipo de la banda, tiene por delante en la clasificación a diez clubes y está a ocho puntos del líder Independiente de Avellaneda, mientras que Boca Juniors, la escuadra más popular de Argentina, ha quedado rezagado en los últimos puestos, a tres unidades del colero Atlético Tucumán. Para ambos, la actual competición es sólo la continuidad de las flojas campañas del año pasado que les dejaron por fuera de la Copa Libertadores 2010, el máximo objetivo de los clubes poderosos del país, frustración en la que no coincidían desde 1992. La última Libertadores sin la participación de Boca y River fue la disputada hace 18 años, cuando el Sao Paulo brasileño se proclamó campeón al superar en los penaltis al Newells Old Boys, dirigido en aquel entonces por Marcelo Bielsa, actual seleccionador de Chile. Entre 1993 y 2009 River Plate participó en todas las ediciones del torneo internacional, mientras que los boquenses lograron cuatro títulos entre 2000 y 2007, y en ese periodo tan sólo faltaron a la competición de 2006. La situación actual vuelve a comprometer la participación de ambos en el torneo continental de 2011 y en el caso de River Plate, que lleva casi dos años de padecimientos, en el Apertura de la segunda mitad de este año tendrá como principal objetivo escapar de la zona de descenso a la que caería por el bajo promedio de puntos sumados en estas temporadas. Para este encuentro, que se disputará en La Bombonera, River llega tras una victoria sobre Huracán (2-0) que le ha dado un respiro, mientras que Boca Juniors fue pisoteado por el modesto Tigre, que lo derrotó (3-0) de manera inapelable con un hat trick de Carlos Luna. SIN BRÚJULA River Plate, que dirige Leonardo Astrada, no ha encontrado una línea de juego que asegure la titularidad de varios de sus jugadores y ha perdido entre ellos al veterano delantero Ariel El burrito Ortega, separado del equipo por sus recaídas en su adicción al alcohol. Tampoco Boca, que debió poner la dirección del equipo en manos de Abel Alves -antes técnico de los juveniles- tras la dimisión de Alfio Basile, logró corregir el rumbo errático del año pasado. El nuevo entrenador dejó en el dique seco por bajo rendimiento a históricos como el lateral Hugo Ibarra y el portero Roberto Abbondanzieri, este último ahora en el Internacional brasileño. Poco aportaron los sustitutos de estas figuras, y para colmo de males Juan Román Riquelme no ha podido con la responsabilidad de ser el máximo responsable de la creatividad boquense, lo cual ha perjudicado al goleador Martín Palermo (ver recuadro), que marcó seis goles en las primeras jornadas y hace tres que no ha podido. Antes del comienzo del Clausura se creía que Boca Juniors, River Plate, San Lorenzo, Racing e Independiente, todos fuera de la Libertadores, podían aprovechar la participación en esa competición de otros seis equipos y obtener réditos por su exclusiva dedicación a la liga local. Sólo el Independiente, líder solitario, lo ha logrado tras cumplirse la primera mitad de la competición, mientras que Vélez Sarsfield y Banfield, los más recientes campeones argentinos, siguen como candidatos al título a la vez que luchan con posibilidades por el trofeo continental. Boca Juniors y River Plate lucharán por el honor y para evitar que rueden varias cabezas más temprano que tarde. Pero si bien no parece demasiado atractiva la invitación al partido, se descuenta que el estadio estará repleto de aficionados, como de costumbre. En Argentina, los enfrentamientos entre River y Boca paralizan al país. En esta ocasión los tres puntos no son definitivos en las aspiraciones al título, pero sin duda cada una de las hinchadas quisiera ahondar un poco más la crisis de su principal rival. En un superclásico sin mucho brillo, el morbo de los últimos lugares de la tabla es protagonista. Palermo quiere hacer historia Martín Palermo ha avisado que quiere alcanzar el récord de máximo goleador de la historia del Boca Juniors el próximo domingo, en el clásico ante el River Plate, en la décima jornada del torneo Clausura del fútbol argentino. Son varias cosas que queremos conseguir. En primer lugar una victoria para salir de este momento difícil del equipo y, en mi caso, no sólo eso sino también el récord, dijo el futbolista. Palermo, que lleva anotados seis tantos en la actual competición, ha igualado la marca de máximo realizador en la centenaria historia boquense que en 1938 alcanzó Roberto Cherro, con 218 goles. 20 puntos tiene Independiente, líder del torneo argentino. River Plate tiene 11 puntos y Boca Juniors 8.ANDRUI
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20 mar 2010 - 5:00 a. m.
River vs. Boca: un clásico sin su brillo usual
River vs. Boca: un clásico sin su brillo usual
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