Rusia y Qatar organizarán respectivamente los Mundiales de fútbol de 2018 y 2022, tras ser elegidos ayer en Zúrich por el Comité Ejecutivo de la Fifa, llevando por primera vez el torneo a Europa Oriental y el Golfo Pérsico, y sorprendiendo a los favoritos.
Rusia, pese a que su primer ministro, Vladimir Putin, sólo viajó a Zúrich una vez elegido su país, ganó a los dos favoritos en la lucha por 2018, Inglaterra y la conjunta de España y Portugal, mientras que Bélgica y Holanda, la cuarta en competición, acudían con pocas posibilidades.
Qatar, por su parte, se convertirá en el país más pequeño de la historia en recibir un Mundial, al ser elegida para albergar el torneo de 2022, superando en la votación de los 22 miembros del Comité Ejecutivo de la Fifa, a Estados Unidos, Australia, Japón y Corea del Sur.
El gran derrotado de la jornada fue Inglaterra, que había realizado una presentación muy profesional, y había desplazado a Zúrich a una delegación de lujo, con el Príncipe Guillermo, el primer ministro David Cameron y el futbolista David Beckham para hacerse con el Mundial de 2018.
Los Mundiales de 2018 y 2022 se disputarán en el país más grande del mundo (Rusia) y en uno de los más pequeños (Qatar), en dos áreas que nunca habían recibido antes el Mundial, lo que se inscribe dentro del afán de la Fifa de llevar el torneo a nuevas regiones.
"Vamos a nuevas tierras. Oriente Medio y Europa del Este estaban esperando esto. Soy un presidente feliz, muchas gracias a todos", afirmó el presidente de la Fifa, Joseph Blatter. Esa tendencia comenzó en Corea del Sur y Japón en 2002 y siguió en Sudáfrica en 2010 y Brasil en 2014.
La decisión será recibida con críticas, sobre todo en los países derrotados que tuvieron el apoyo del comité técnico de la Fifa, como el caso del presidente estadounidense, Barack Obama, que afirmó que la Fifa tomó una "decisión equivocada" al elegir a Qatar. Esa incomprensión se hizo palpable también en otras dos grandes potencias futbolísticas como España e Inglaterra.
"No sé cómo funciona eso, todo lo que puedo decir es que en ocasiones, en la vida, se ha visto muy a menudo que en partidos de fútbol, no siempre gana el mejor", afirmó David Dein, miembro de la candidatura inglesa.
Rusia organizará el primer Mundial de la historia en Europa Oriental. Putin se desplazó a Zúrich en la noche del jueves para dar las gracias a los medios de la Fifa por su confianza. "Rusia estará a la altura de los estándares más elevados.
Se construirán las instalaciones a tiempo. Habrá seguridad y confort para nuestros invitados, con traslados gratuitos y visados para los que posean entradas para los partidos", explicó el primer ministro.
El gran problema de Rusia es su falta de infraestructuras, tanto deportivas como turísticas y de transporte. Alexey Sorokin, director general de la candidatura, afirmó que Rusia puede hacer frente a este problema.
Por su parte, Qatar, un pequeño país del Golfo Pérsico, de apenas 1,7 millones de habitantes, hizo valer su poder económico, por sus reservas de petróleo y gas.
El pequeño estado asiático debe construir casi todos sus estadios. De los 12 que albergarán el Mundial, diez de ellos estarán en un radio de 30 kilómetros.
Los escenarios serán desmontados tras el Mundial y regalados a países en desarrollo con pocas instalaciones deportivas. El calor es un factor negativo, con temperaturas que pueden llegar hasta los 45 grados centígrados en junio y julio, los meses en los que se disputa el Mundial. Para combatirlo, se contará con estadios climatizados.
Harán grandes inversiones
Rusia propuso en su proyecto a la Fifa un gran plan de construcción y renovación de estadios -13 de los 16 serían nuevos- con un costo de 3.820 millones de dólares, la cifra más alta entre las cuatro candidaturas en Europa. Por su parte, Qatar planea renovar tres estadios y construir nueve recintos nuevos con un costo de 3.000 millones de dólares, incluyendo la tecnología de control climático.