Una “gran quiebra sectorial”. Así describió el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, la situación por la que atraviesa el sistema de salud colombiano y cuyos problemas apunta a resolverlos el proyecto de reforma que se debate actualmente en el Congreso.
Esa quiebra, de acuerdo con el funcionario, es el resultado de tres hechos que ocurrieron simultáneamente en el transcurso de los últimos años en el sistema de salud. Una, fue el aumento vertiginoso del aumento de cobertura del régimen subsidiado, que pasó de ocho millones en el 2006 a más de 20 millones en el 2012; el incremento, también acelerado, de los recobros de las EPS al Fosyga por la prestación de servicios y medicamentos no includios en el Plan Obligatorio de Salud (POS) -aunque parte de esos recobros no tienen una justificación clara y categórica- y, tercero, la igualación de los POS de los regímenes contributivo y subsidiado.
El resultado de todo ello, manifestó Gaviria en la Convención Internacional de Seguros que finaliza hoy en Cartagena, es una gran quiebra sectorial, con deudas impagas de seis billones de pesos a las clínicas y hospitales y un deterioro significativo del patrimonio de las EPS. Para el Ministro, “la contabilidad no llegó a las EPS”, con lo cual quiso decir que “los balances de las EPS están llenos de mentiras”.
De cualquier manera, el sistema necesita recursos millonarios para que clínicas, hospitales, EPS y demás eslabones de la cadena funcionen adecuadamente. Una de las posibles fuentes de recursos adicionales para la salud es la propuesta que hizo el ministro Gaviria de fijarles un impuesto a las gaseosas, que podría ser de 150 pesos.
Aunque el tema lo comentó rápidamente con el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, espera volver a abordarlo en los próximos días.
No sobra recordar que el Gobierno está preparando una minirreforma tributaria para aplazar el desmonte del gravamen a las transacciones financieras, conocido como 4 por 1.000, con el fin de inyectarle más de tres billones de pesos al sector agropecuario y superar la grave crisis en que está sumido. En esa reforma, eventualmente, se incluiría el impuesto a las gaseosas, si la idea es aceptada por el ministro de Hacienda.
Por otro lado, el superintendente Financiero, Gerardo Hernández, reveló que la entidad está haciendo una revisión muy juiciosa de las tarifas del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SoaT) con el fin de verificar la razonabilidad de los gastos de administración, teniendo en cuenta el aumento del parque automotor y la tarifa que pagan los tenedores de vehículos. Esa revisión no necesariamente significa un aumento de la tarifa, pues, podría fijarse en un nivel inferior al actual.
Jorge Correa
Enviado especial
Cartagena