Estas experimentan también una reducción del proceso de fabricación de substancias químicas necesarias para su funcionamiento, según información recientemente publicada por la agencia.
Cuantos más años tenga una persona, más podrán estos cambios afectar su memoria, mermando la capacidad del cerebro para almacenar la información o para recordarla. Pero además, según el mismo despacho, se encontró que el deterioro de las capacidades mentales, a medida que se envejece, se hace constante a partir de los 40 años, antes de acelerarse en los años previos a la muerte, según científicos de la Universidad de Gotemburgo en Suecia.
De hecho, de acuerdo con la periodista Martha Weinman, en su reciente libro ¿Dónde dejé mis gafas?, lo primero que olvida la mayoría de las personas con pérdida normal de la memoria, son los nombres.
Esto sucede, según la explicación que le dieron varios doctores consultados para el libro, porque los nombres no significan nada. "No tiene un contexto; no pertecene a ninguna categoría de significado; no proporcionan una pista o un vínculo con algo excepto usted", dice el libro. Mejor dicho, no desencadenan una asociación y así es como funciona la memoria.
Uno de los especialistas consultados en su libro, el neurosicólogo Yaakov Stern, explica que una parte del cerebro se encarga de guardar la memoria, por así decirlo, y otra de recuperarla. Y como el lóbulo frontal del cerebro, que está involucrado en la función de búsqueda es una de las primeras áreas en comenzar a econgerse a medida en que se envejece, "es posible que no sea la habilidad para guardar los recuerdos la que se vea afecta con los años, sino la habilidad para recuperarlos", dice el doctor.
Aunque el deterioro es innegable, incide aún más la dispersión y la falta de concentración. Según el gerontólogo Carlos Cano, director del Centro de Atención al Adulto Mayor, de la Fundación Santa Fe de Bogotá, la pérdida de memoria es una de las principales quejas de los ejecutivos jóvenes. ¿La causa? La falta de atención por culpa de la sobrecarga laboral. La exigencia es tan alta que vienen estos olvidos benignos. El doctor relata su propia experiencia: "nunca olvido una cita, pero si me encargan leche en la casa, nunca lo recuerdo".
Y añade que los seres humanos tienen una memoria selectiva del conocimiento que depende del interés, la circunstancia y la pertinencia. Como quien dice, se recuerda lo que nos sirve.
Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es un desorden progresivo, degenerativo e irreversible del cerebro que causa su debilitación, desorientación y una eventual muerte intelectual. La enfermedad comienza lentamente, primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Con el tiempo, los síntomas empeoran hasta olvidar leer y escribir y realizar funciones diarias como peinarse, bañarse y comer. Suele comenzar después de los 60 años.