En estos tiempos en que los consumidores no saben qué escoger entre tanta oferta frenética de productos de moda en centros comerciales, almacenes por departamentos,
hipermercados, outlets y hasta en las ventas ambulantes, avanza otra modalidad de venta que apela al sentido práctico y al ahorro: las tiendas de 'segundazos'.
Son establecimientos comerciales que le proponen al cliente una oferta de artículos en buen estado y a precios bajos que provienen de otros clientes que ya no los necesitan y quieren salir de estos. El mercado clave está en los bebés, en vista de que artículos como coches, triciclos, muñecos y sillas para el carro quedan intactos tras su primer uso.
Un juego de alcoba infantil, que en el mercado 'de primera' puede ser de 4 millones de pesos, en el almacén Como Nuevo, que tiene dos locales en el norte de Bogotá, puede ser de 1,6 millones, señala María del Socorro Bazani, administradora del negocio, que ha crecido en once años, y que ha pasado de cuatro a 20 empleados.
Se tomó una casa pequeña en alquiler, empezó con cualquier tipo de artículos y se dio cuenta de que los objetos que llegaban en mejor estado eran los de los niños, y de ahí surgió la especialización.
También se puede encontrar un sonajero de 500 o 1.000 pesos.
Cuando el cliente lleva el producto, se le sugiere un precio para la venta, del cual el local se lleva el 30 por ciento de comisión. Se deja en consignación y se espera que en un plazo de cuatro meses se pueda vender, pero normalmente se vende en un mes o mes y medio.
Quien deja el producto puede recibir el dinero o llevarse productos que le interesen del almacén.
Como Nuevo se complementa con un espacio destinado a la llamada mercancía de oportunidad, que corresponde a saldos de colección, especialmente de ropa y juguetes. "Así, la gente tiene más para escoger", dice Bazani.
Otro local que se reconoce en Bogotá es En Excelente Estado, en el sector de Galerías, del empresario Alberto Rico. Explica que la idea de este negocio surge de las tradicionales ventas de garaje de Estados Unidos, en las que los consumidores salen de lo que ya no quieren y, de paso, ganan algo.
"Aunque también se recibe la consignación, se me ocurrió el cambio automático: el cliente deja algo y se lleva de inmediato algo que necesite. Eso ha tenido mucha acogida", dice Rico.
En un espacio de 400 metros cuadrados, tiene unos 5.000 productos usados en oferta.
La cultura de los colombianos no ha sido comprar usado, y convencerlos no ha sido fácil, asegura. Incluso, reconoce que mucho menos se puede pensar en que sea una opción para regalar, porque el beneficiario se puede ofender. También importa de Estados Unidos artículos usados de esas ventas de garaje.
La recomendación de Rico a quienes todavía no ven con buenos ojos esa modalidad de compra es "que se relajen y sean prácticos".
Con muebles de moda
Almacén en cúcuta
Natalia Moreno Calle es una empresaria paisa que en Cúcuta empezó en el negocio con la venta de los artículos de bebé de segunda mano; pero, con el paso del tiempo, se dio cuenta de que era mejor vender muebles y electrodomésticos grandes de segunda. Su local Todo Como Nuevo está en Barrio Blanco, zona de estrato alto. Recibe muebles de parejas que se separan después de un período corto de convivencia, o de ejecutivos que, por razones laborales, deben salir de sus enseres. Las personas ofrecen productos casi nuevos y de moda. Y agrega que la gente poco a poco se ha familiarizado con las ventajas de comprar de segunda y con el modelo de consignación.
Al por mayor
El comercio mayorista de computadores también mueve el mercado del usado. Empresas como PC Everest traen equipos de Estados Unidos para abastecer negocios como los café Internet.
Constanza Gómez G.
Redacción Economía y Negocios
