La prolongada sequía que vive la capital del Magdalena ha afectado la producción cafetera en la Sierra Nevada de Santa Marta, en jurisdicción del corregimiento de Bonda, donde desde noviembre pasado las lluvias han sido muy escasas.
Los efectos más drásticos se han registrado en las veredas Boquerón y Los Limones, donde hay cultivadas 336 hectáreas de café en 124 fincas, cuyas pérdidas de producción se estiman en 80.000 kilos del grano por un valor de 400 millones de pesos, aproximadamente, según Édgar Ramírez, director ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Magdalena.
Ramírez explicó que la afectación se debe a que en algunas zonas la ausencia de lluvias ha impedido que las plantas de café florezcan y en otras, donde han florecido y dejó de llover por más de 20 días, el fruto no se logró formar.
“Han caído unos aguaceritos muy pequeños que esperamos sirvan para mejorar esos granitos que estaban creciendo, pero la verdad es que la situación es preocupante para esas fincas”, dijo el dirigente gremial.
Actualmente, la Umata de Santa Marta, el servicio de extensión del Comité de Cafeteros y algunas ONG de la región están haciendo un estudio detallado para valorar el daño que ha ocasionado la disminución de las lluvias.
En la región de Minca, El Campano y La Tagua, las lluvias empezaron a caer en mayo y no en abril, como ocurría normalmente, lo que trajo como consecuencia que la cosecha se haya corrido.
Paola Benjumea Brito
Corresponsal Portafolio