El sector financiero colombiano presentó uno de los mejores resultados anuales que se recuerde durante los últimos años. De enero a diciembre de 2009 las utilidades alcanzaron los 8,5 billones de pesos, cifra que supera por casi 2 billones el monto del 2008. Fue altamente positiva también la evolución del activo para el sector que llegó a 548.8 billones de pesos, lo que representa una variación nominal anual positiva de 15,26 por ciento con respecto a igual periodo de 2008.
Sin embargo, ya en enero de 2010 se notó un posible cambio de tendencia (la baja puede ser estacional). La Superintendencia Financiera reportó hace días que en enero las utilidades del sistema consolidado sumaron 364.038 millones de pesos, con una reducción de 34 por ciento frente al mismo resultado de 2009.
Paradójicamente, para el Observatorio Financiero Internacional (Ofin), la extraordinaria ganancia en 2009 y la inesperada caída en enero de este año se basaron en la alta rentabilidad que presentaron los activos financieros, particularmente en los títulos de deuda pública (TES) y no en mayores ingresos por créditos.
Más deuda pública
Esto ha generado algo que se parece al popular efecto crowding out. La particularidad en el caso colombiano es que a lo largo del último año, el financiamiento del sector privado ha aumentado, aunque con notoria menor intensidad con lo que lo ha hecho el financiamiento del sector público, sobre todo a partir de diciembre de 2008.Tal es así que a enero de este año, dentro de la hoja de balance de las entidades financieras la deuda pública representa cerca del 16 por ciento del activo total de las entidades frente al 12,6 por ciento que representaba en enero de 2009. Estos pocos puntos porcentuales, significan millones de pesos que el sector financiero ha dejado de invertir en créditos para financiar al estado nacional.
Un fenómeno similar se aprecia en la evolución del financiamiento externo. La deuda externa pública pasó de 29 mil millones de dólares en enero de 2008 a más de 37 mil millones en diciembre del año pasado, un aumento de casi el 30 por ciento.
Al profundizar el análisis y ver la evolución de la deuda total como porcentaje del PBI, descubrimos que en apenas dos años ha pegado un salto de casi 35 por ciento, pasando de 12 por ciento en enero de 2008 a 16 por ciento en diciembre de 2009.
Mientras tanto, el crédito externo para el sector privado ha variado un 5,4 por ciento en el mismo período pasando de 15 mil millones de dólares a 16.5 mil millones en diciembre de 2009.
Menor en el sector privado
Sin embargo, como porcentaje del PBI, el financiamiento externo al sector privado ha continuado la tendencia descendente de los últimos diez años, con un ligero aumento en el último trimestre de 2009.Actualmente, la deuda externa privada representa el 7 por ciento del PBI, tras haber caído de valores superiores al 16 por ciento a comienzos de la década, cuando era superior incluso al endeudamiento externo público.
Así, la tendencia del endeudamiento interno como externo muestran un claro desplazamiento del crédito hacia el sector público en detrimento de los fondos disponibles para el sector privado.
Según los especialistas del Ofin, sin una medida oficial que no estime la financiación al gobierno o algún subsidio a las tasas de interés al sector privado, la tendencia continuará restringiendo el crédito a este último, con las consecuencias perjudiciales para la economía que ello implica.
Tasas del crédito
Las tendencias decrecientes de la inflación y el crecimiento, determinadas por factores externos e internos, fueron el principal marco de referencia que soportó las decisiones de política monetaria. De esta forma, la tasa de interés de intervención del Emisor, que se ubicaba en 9,5 pro ciento en diciembre de 2008, se redujo paulatinamente 600 puntos básicos hasta alcanzar un nivel de 3,5 a finales del año pasado.
Entre diciembre de 2008 y diciembre de 2009 la transmisión de las reducciones en la tasa de interés de referencia a las tasas de interés activas ha sido diferente, según la modalidad de crédito. La tasa de interés de la cartera comercial pasó de 16,92 por ciento en diciembre de 2008 a menos de un 9 por ciento en enero del corriente año.
Dentro de esta modalidad de cartera durante dicho período, la tasa de interés del crédito preferencial es la que más disminuyó pasando de 16,04 por ciento en diciembre de 2008 a 7,70 por ciento en enero de este año. Le siguió la del crédito de tesorería, cuya tasa bajó 865 puntos básicos durante el mismo período.
Por su parte, la tasa de interés de los créditos de consumo se ubicó en 20,04 por ciento en enero del 2010, con lo cual se redujo 555 pb con respecto al nivel de diciembre de 2008. La tasa de interés de las tarjetas de crédito disminuyó en 701 pb en tal lapso, con lo cual su nivel fue 23,94 por ciento en este último mes.
Similar suerte corrieron las tasas de créditos en pesos destinados a vivienda, con una disminución de 404 puntos básicos para los primeros y de 353 para los segundos, ubicándose en 13,04 por ciento y 13,69 por ciento respectivamente, valores cercanos a los alcanzados a fines del 2006.
Respecto a los montos otorgados, si bien para el total de los productos la tendencia continuó siendo alcista, se ve una fuerte caída en lo desembolsado para micro créditos y créditos ordinarios, y un estancamiento desde mediados de 2006 en crédito al consumo.
El total de créditos desembolsados en 2009 alcanzó la cifra de 328 mil millones de pesos, lo que significó un aumento cercano al 10 por ciento respecto a los préstamos realizados en 2008. Sin embargo, la evolución de la cartera presenta una notable disminución del ritmo de crecimiento visto en 2008 respecto de 2007 ((17,5 por ciento de incremento en los préstamos) y de 2007 respecto a 2006 (24,8 por ciento).
Especulación financiera
Si bien la desaceleración en el incremento de los montos prestados se corresponde con la crisis financiera internacional, cabe recordar que gran parte del activo del sistema financiero ha migrado hacia la especulación financiera, que ha presentado grandes rendimientos tal como se ha mostrado.Para los especialistas del Ofin, esta tendencia deberá cambiar durante el presente año debido a dos razones. Las ganancias extraordinarias en la especulación financiera se están terminando por la gran recuperación que tuvie- ron los mercados luego de los mínimos alcanza- dos en marzo de 2008.
* Economista, analista de Research de Openworld Investment Bank Consulting.