Una de las advertencias más vehementes proviene de un hombre que normalmente no formula pronósticos pesimistas: el ministro de Finanzas, Alexei Kudrin.
El funcionario causó conmoción cuando dijo que el Producto Interno Bruto está creciendo demasiado rápido, y que cualquier medida de estímulo, como una propuesta para reducir los impuestos, causará una intolerable inflación y un súbito freno del crecimiento.
Pero lo peor no fue lo que dijo Kudrin, sino cómo lo dijo. El comparó el tópico con lo que ocurre en el campo de las armas atómicas.
Si se reducen los impuestos, advirtió Kudrin, Rusia no podrá mantener sus miles de ojivas nucleares. "El hecho de que un 33 por ciento de nuestro presupuesto está destinado a la defensa y a la seguridad, es la garantía de que no habrá una guerra nuclear", señaló el Ministro.
Voces en contra
Pero sus rivales, entre ellos la ministra de Desarrollo económico Elvira Nabiullina, exigen que haya fuertes reducciones impositivas.
El propósito es alejar a los rusos de su adicción por las importaciones de productos, que están creciendo a una tasa anual de más del 40 por ciento.
Debido a los enormes gastos del Gobierno y de la empresa privada, la inflación se está descontrolando. Por ejemplo, el precio de los alimentos está subiendo a un promedio anual del 25 por ciento.