Ese sigue siendo el tipo de crecimiento con que economías como la de Estados Unidos solo pueden soñar. Mas el acontecer internacional puede ser peligroso para un país que debe crear millones de empleos con tal de que la gente no proteste en la Plaza Tiananmen. Un examen cuidadoso de las cifras del PIB de China puede sugerir que se avecinan tiempos difíciles.
Los observadores, en general, han dado interpretaciones equilibradas de las cosas.
"La desaceleración mundial ha reducido la demanda externa, y la apreciación más rápida del yuan, el aumento de los salarios y el encarecimiento de la materia prima, han socavado la competitividad de las exportaciones chinas", dice Jing Ulrich, presidenta de JPMorgan Chase & Co. para acciones chinas en Hong Kong.
Añade Glenn Maguire, economista de Société Générale SA para la zona Asia-Pacífico, desde su despacho en Hong Kong: "La moderación del crecimiento económico, en vez de una inflación desbocada, ha surgido como la inquietud más apremiante de los dirigentes políticos de China".
El panorama parece algo más sombrío cuando uno examina las cosas con un poco más de detenimiento. Dado el peligro de un recalentamiento de la segunda economía del Asia, un crecimiento más moderado es precisamente lo que China quiere.
Solo que las fuerzas que están desportillando el PIB no son internas, como el aumento de las tasas de interés y las medidas burocráticas, sino externas. La noticia de que los precios al consumidor aumentaron en junio un 7,1 por ciento, menos que el 7,7 por ciento correspondiente a mayo y el 8,7 por ciento -lo máximo en 12 años- de febrero, será acogida con beneplácito por las autoridades en Pekín.
Si bien en China los precios al consumidor van en la dirección correcta, las tasas de interés reales están próximas a cero. Con su inflación anual cercana a la tasa de interés referencial fijada por el banco central, China tendrá que ingeniárselas mucho para estabilizar el crecimiento sin estimular los aumentos de precios.
El temor de economistas como Stephen Green, director de investigaciones sobre China en Standard Chartered en Shanghai, es que el banco central tenga que aumentar la liquidez, lo que alentaría la actividad prestamista.
"Probablemente veríamos un rápido aumento de los préstamos y una veloz reflación de los mercados de activos, incluso el de la vivienda", dice Green.
Las inquietudes en cuanto a las exportaciones casi seguramente moderen las alzas del yuan frente al dólar.
BLOOMBERG NEWS