La supervivencia de la textilera estuvo en entredicho la semana pasada ante el rumor de que los cinco sindicatos que hay en su interior se negaban a convocar a Asambleas para renunciar a las garantías convencionales. En esa ocasión el presidente de la industria, José Roberto Arango, dijo que el único camino, entonces, era la liquidación. Luego, los sindicatos manifestaron que no se oponían de lleno, pero dijeron que necesitaban tiempo y que no estaban de acuerdo con que les quisieran imponer una fecha. El sábado pasado se reunieron los más de 620 trabajadores beneficiarios de la Convención en la principal filial, Textiles Rionegro, y aceptaron por una mayoría del 90 por ciento la salida propuesta por Arango. Ayer en la mañana, tras una asamblea de tres horas, 1.041 trabajadores de la sede Sedeco ubicada en Itagüí hicieron lo propio. Según testigos, pues no les fue permitido el acceso a los medios, fue una reunión cordial y llena de consensos. El presidente del Sindicato Coltejer Textil Sedeco, Luis Fernando Mejía, manifestó su conformidad con la transparencia en la votación. EN LA RUTA DE UNA NUEVA EMPRESA La decisión implica que los trabajadores están dispuestos a liquidar sus contratos y recibir acciones a cambio de las acreencias laborales que suman 120.000 millones de pesos. Esto los convierte en socios mayorita- rios con un 68 por ciento de las acciones, mientras que la organi- zación Ardila Lülle conservaría un 16 por ciento. El porcentaje restante está en el mercado de valores. Surtido este trámite y sin convención, el socio estratégico, comprará el total de Coltejer. 1.041 de los empleados de la textilera le dijeron a los sindicatos que desean renunciar a la convención. WILABR
