En las principales ciudades del país los caballitos de acero se perciben como un artículo recreativo -en ocasiones hasta ignorados por el auge de los modernos juegos electrónicos-, pero no como un medio de transporte útil y eficiente. Como si fuera poco, entre los empresarios el buen ánimo tampoco es lo característico. La semana pasada se realizó en Bogotá la séptima versión de la Convención Nacional de Bicicletas, organizado por la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco. Allí se reunieron comercializadores, importadores, exportadores y distribuidores del sector. Pero los organizadores reconocen que la asistencia no fue alentadora: el 80 por ciento de los 200 participantes venían de varias ciudades del país, y el otro 20 por ciento era de Bogotá, justamente, donde se concentra casi el 50 por ciento de la actividad en el país. Otro 22 por ciento de los empresarios están en Medellín, 16 por ciento en Cali y ocho por ciento en Montería. EN CONTRAVÍA En todo el mundo, cerca de 130 millones de bicicletas fueron fabricadas en el 2007, más de dos veces los 52 millones de carros producidos. En China y Estados Unidos, por cada tres personas existe una bicicleta, mientras que en Holanda cada habitante tiene una. Antonio Liévano Múnera, presidente del Grupo Empresarial de Bicicletas de Fenalco, dice que la situación es compleja para un sector que, en un alto porcentaje, se mueve entre la informalidad y la falta de capacitación entre los empleados y propietarios. Dice que si bien el consumidor y las empresas debieran beneficiarse por la revaluación, ya que la mayoría de las partes de la bicicleta son importadas, otra es la realidad. La razón es que las fuertes alzas en los precios del petróleo y en materia prima como el acero han tenido sus efectos en los productos que provienen de Taiwán y China, principalmente. En promedio los incrementos de los costos son del 30 por ciento, dijo Liévano, al tiempo que subrayó que los fletes también están en aumento. Esos fenómenos que influyen en el desarrollo del negocio no se han traducido en un incremento del precio al consumidor, pero tampoco en una reducción inmediata. En todo caso, añadió, los clientes se han beneficiado en la medida en que en los últimos cinco año los precios se han mantenido y la coyuntura no los ha alterado. Es así como la bicicleta promedio todo terreno de 18 velocidades está todavía en 130.000 pesos, como en el 2003. Por su parte, los empresarios del sector han visto en los últimos años un deterioro en su actividad, las ventas han caído como máximo un 20 por ciento, siendo la temporada alta de diciembre cuando se hace evidente el deterioro. Las ventas de partes y accesorios para los aficionados en todas las épocas del año, salvan el negocio, reconoce Antonio Liévano. Hace varios años, cuando se planteó en Bogotá el día sin carro y la promoción de las ciclorrutas, se dio una especie de auge de la bicicleta. Pero, con el paso de los meses la situación decayó, sin salidas todavía. Este es el momento clave para que lo empresarios trabajemos con más fuerza y constancia de la mano del sector público en el estímulo el uso de la bicicleta, con más razón, luego de los anuncios hechos por la Administración Distrital acerca de la inversión en mejoramiento de las ciclorrutas y promoción de este vehículo amigable con el medio ambiente, concluyó el presidente del Grupo Empresarial de Bicicletas. Actualmente, la bicicleta genera cerca de dos millones de empleos en todo el país. El 60 por ciento de los marcos son fabricados por empresarios colombianos y la actividad del sector se centra en el ensamble de piezas importadas de países como China, Taiwán e India. Este año, los comerciantes han visto bajar sus ventas en 30 por ciento. En la zona de la Calle 13 en Bogotá, donde se desempeña, asegura Liévano que muchos proveedores han desaparecido porque ya no es atractiva la actividad. En su caso, los ingresos mensuales que eran de entre 3 y 4 millones de pesos se han disminuido en un millón de pesos. A la gente ahora le parece más interesante una moto, que es financiada fácilmente, o hacerse a una bicicleta estática porque disminuyen los riesgos de la inseguridad, señala Martínez. ¿Cómo aprovechar más la ciclorruta de Bogotá? La semana pasada, en medio del evento empresarial, la Cámara de Comercio de Bogotá expresó su punto de vista sobre los que se debe hacer para querer más las bicicletas. En primer lugar, planteó la creación de una institucionalidad en torno a la bicicleta en la Secretaría de Movilidad. Su propuesta también va dirigida a la necesidad de integrar este medio de desplazamiento con el transporte público, crear cicloparqueaderos en los portales de TransMilenio y analizar la viabilidad de implementar bicicletas públicas en Bogotá. Para la presidenta de la Cámara, María Fernanda Campo, por la expansión de la población urbana, el incremento de vehículos per cápita, el insuficiente espacio vial disponible y la contaminación es necesario pensar en un nuevo modelo de ciudad. Entre las ventajas que le encuentra a la bicicleta está que reduce los tiempos y costos de viaje, requiere menor inversión en infraestructura, genera menos congestión, menos contaminación del aire y menos accidentes en las vías, lo cual redunda en una mejor calidad de vida para los ciudadanos. La directiva considera fundamental que los sectores público y privado se unan para tomar medidas que permitan incrementar los 200.000 viajes diarios que se hacen en bicicleta y aprovechar así los 340 kilómetros que constituyen la red de ciclorrutas, y que la convierten en la más extensa de América Latina. La bicicleta es un medio de transporte económico, con un costo mucho menor que otros vehículos y que además no afecta la malla vial, propicia un uso eficiente del espacio, reduce la congestión en las calles y ahorra energía, aseguró María Fernanda Campo. 130 millones de bicicletas fueron fabricadas en el mundo durante el año pasado. En Holanda, cada ciudadano tiene una de estas, mientras que en China la cifra es de una por cada tres personas. ANDRUI
Finanzas
29 jul 2008 - 5:00 a. m.
Las ventas de bicicletas pedalean en descenso
Las bicicletas que se toman las ciclovías el domingo y los lunes festivos, no se dejan ver el resto de la semana. Ese es un factor que los empresarios del sector no han podido vencer, aunque hacia allá apuntan sus aspiraciones a pesar de momento crítico por el que pasan.
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