Al cierre de la semana pasada, la divisa estadounidense repuntó a nivel global desde un nivel mínimo de tres semanas después de que la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos mantuviera sin cambios sus tasas de interés.
Para esta semana, los principales operadores internacionales de divisas creen durante los últimos días de septiembre, el mercado continuará vendiendo dólares para tomar ganancias sobre ‘posiciones largas’ en otras monedas, como el euro y el yen japonés.
Este hecho se dará porque una gran parte de los operadores redujeron sus expectativas de un alza de tasas este año, lo que podría debilitar el panorama a corto plazo para la divisa estadounidense.
Algunos analistas esperan que el dólar repunte y se fortalezca en el corto plazo. Sin embargo, esta tendencia podría revertirse tan pronto se vuelva claro que la FED está preparada para finalizar con su política monetaria de tasas de interés cercanas al cero por ciento.
Wilson Tovar, gerente de Investigaciones Económicas de Acciones y Valores, sostiene que muchos inversionistas esperaban que una historia de incertidumbre de ochos meses sería superada, pero es muy probable que “se mantenga en adelante con menor intensidad”.
“La fuerte y rápida tendencia bajista registrada en el precio del petróleo, se seguirá trasladando con el mismo ímpetu en tasas de cambio de economías emergentes, al tiempo que los inversionistas combatirán la frustración y decepción ante bajos, o en algunos casos negativos, rendimientos de sus portafolios”, explicó Tovar.
Otros especialistas coinciden en que, la senda del billete verde en el país estará definida por tres factores: el impacto que pueda imprimir el inicio del ciclo alcista que determine la Reserva Federal, las cotizaciones de los precios del petróleo y la entrada de flujos de dólares por la posible venta de Isagén.
VOLATILIDAD ES LA PALABRA
Esta semana que comienza mantendrá un escenario de continua volatilidad. Wilson Tovar sugiere que los inversores adoptarán estrategias para soportar el “chaparrón” y mantendrán apuestas que compensarán adecuadamente el riesgo.
Los inversores que prefieren el corto plazo, deberán lidiar con las dificultades propias de la inflación, pero mantendrán su ‘apuesta’ sobre divisas como el dólar, mientras que los ‘amantes’ del largo plazo, y que cuentan con adecuados niveles de liquidez, abandonarán activos riesgosos como el dólar.
Investigaciones Económicas (IE) del Banco de Bogotá estima que la volatilidad persistirá a lo largo de la semana.
“Con un mercado que parece descontar la liquidez holgada por más tiempo, el dólar a nivel global registrará debilitamientos”, indicó un reporte de IE.
Sin embargo, para el peso colombiano, es posible que no se registre una apreciación como la de las últimas jornadas, aunque los especialistas cambiarios no descartan que se mantenga una presión devaluacionista sobre la tasa de cambio.
En caso que suceda la segunda posibilidad, el mercado podría favorecer un rebote en la trayectoria del tipo de cambio y superar el nivel sicológico de los 3.000 pesos.