Recibí recomendaciones sobre las artes adivinatorias y la conveniencia de consultar la numerología (la suma de los números de 2010 determina que sea un año de vibración tres, como acaba de demostrarlo el aumento del salario mínimo: 3,64 por ciento).
Un considerable número de amigas me vaticinó que como buen habitante del siglo XXI, internauta y exponente del valor de la razón, no podía comenzar el 2010 sin un kit de predicciones y pronósticos.
Recibí varias recomendaciones sobre las artes adivinatorias y la conveniencia de consultar la numerología (la suma de los números de 2010 determina que sea un año de vibración tres, como acaba de demostrarlo el aumento del salario mínimo: 3,64 por ciento).
Descarté la astragalomancia porque no quería parecerme a la forma como se gobierna al país, y la oliomancia, porque "Copito" ya no está en casa y no quise poner en los aullidos del ex mi perro la responsabilidad de mi futuro.
-Tienes que hacerlo pronto -me dijo mi esposa-, porque va y llega el 21 de diciembre del 2012, se cumple la profecía maya y ya viste la película: muy poquitos nos vamos a subir al arca.
¿A quién consultar? Descarté a Armando Martí porque ya le falló a Semana, al predecir que en este año "la Procuraduría se catapultará por osada y valiente". Me fui a la sección "Servicios" de El Tiempo (542 - Tarot). "Llanera", "Alcira", "Guajira", "Rosman" y "Mazabel" sólo se aplican a devolver ser amado en primera consulta, superados por quien titula "¡Amanso!", que lo hace en 13 minutos.
Y ahí fue cuando entre videntes, talismanes y lectura esotérica, lejos de "Abispitas" de la 590 y cerca de "Americano" que busca mujer elegante e intelectual con curvas perfectas, apareció el "Profesor Oráculo".
Supe que me encontraba frente a un profesional cuando me cobró por adelantado. Capté que era vidente porque tuvo la capacidad síquica de dirigirse al billete, en una habitación penumbrosa lánguidamente destellada por una espermita.
-Bienvenido al futuro, Carlos Gustavo -irradió una voz cavernosa. -¿Cómo supo mi nombre? -lo interpelé, ya francamente descrestado con sus augurios y seguro de que era verdaderamente Oráculo.
-Porque se lo dijo a mi secretaria -expresó sereno y continuó-: veo muchas cosas en usted. ¿Qué método prefiere para que se las anuncie? ¿chocolate? ¿humo? ¿la bola?
Una música anestésica se esparcía en el ambiente, evidentemente salida de CD fantasmales. O piratas.
-Profesor -le dije-: por bola me han ocurrido muchas cosas. Paso del humo: soy alérgico. En cuanto al chocolate, se lo acepto con quesito y almojábanas. Tibio y muchas gracias.
Su sabiduría desgranó palabras de luz. "Las verdades a medias son mentiras totales", me dijo, como parodiando al Maestro de Kung Fu o al Procurador Ordóñez.
Entonces, afanado porque me cobrara por tiempo, le hice una seña de "a ver", que él captó con su capacidad predictiva. -El año va a ser duro: está regido por el viento y el lago, y representado por el tigre.
-Yo le agradecería, encantado Profesor -le dije-, que no habláramos del Presidente Uribe. Porque se nos va el tiempo en la encrucijada del alma y todo eso. Esperemos la profecía de la Corte, ¿de acuerdo?
-Está bien -contestó el Profesor Oráculo-. Hablemos de usted -vaciló, en el sentido de "dudó"-: es difícil decir lo que sigue... -¿Por lo grave?
-No. Porque usted, en PORTAFOLIO, no puede escribir más de 550 palabras. Y-ya-se-le-van-a-acabar. Asombroso. cgalvarezg@gmail.com