Optimizar la relación costo - riesgo a mediano plazo, reducir el riesgo de refinanciación, contribuir con la sostenibilidad de la deuda (de acuerdo con las restricciones fiscales) y propender por el desarrollo y profundización del mercado local.
Estos cuatro aspectos serán la columna vertebral de la ‘Estrategia de la gestión de la deuda de mediano plazo’, la hoja de ruta del Gobierno Nacional para las citadas emisiones, durante el periodo 2018 - 2022.
NUEVA ESTRATEGIA
El viceministro de Hacienda, Andrés Pardo, explicó: “Estamos seguros de que esta estrategia seguirá contribuyendo a la sostenibilidad de la deuda del país, lo cual no solo asegura el pago cumplido de los compromisos –algo que ha sido exaltado por los mercados internacionales–, sino la optimización de los costos de la deuda, repercutiendo en el aumento de los recursos para la financiación de programas sociales y de bienestar para los colombianos”.
En los ajustes hechos entre la estrategia pasada y la nueva se destacan varios aspectos del modelo y las emisiones, como el hecho de que para estudiar las variables macro se usará la línea base de la Dirección General de Política Macroeconómica (DGPM) y la simulación de escenarios estocásticos (es decir, probabilidades con muchas variables).
Además, para este caso, se incluyó de nuevo el euro como moneda para emitir deuda externa, mientras que para todos los modelos de simulación se tendrán en cuenta modelos integrados por variables macro y tasas.
Estos cambios, según Javier Cuéllar, subdirector de Riesgo del Minhacienda, buscan contribuir con la “mitigación del riesgo de liquidez y la sostenibilidad de la deuda en el largo plazo. En otras palabras, la estrategia de emisión óptima debe propender porque la nueva deuda no vulnere la capacidad del Gobierno de honrar sus obligaciones crediticias en el futuro”.
Para ello también se incluyeron cambios en materia de gobernanza, como la creación del Comité de Deuda y del Grupo Técnico Asesor de Deuda, al igual que los encargados de estos temas tendrán que entregar informes y reportes periódicos sobre los diferentes balances de esta materia.
Todo lo anterior, teniendo en cuenta que los cambios a profundidad tendrán impactos positivos para el manejo de estos recursos, de modo que se realice de forma más transparente.
Así, por mencionar un ejemplo, se plantean variaciones sustanciales en la composición por monedas, con lo cual la deuda en UVR disminuye de 21,5% a 5,7%., “toda vez que la inflación resulta menos volátil”, según reza el informe. En tanto, el saldo en dólares y euros incrementa su participación en el total, “debido a los altos niveles de tasa de cambio en este escenario (...), pese a que la estrategia óptima limita los porcentajes de emisión a 18% y 5,7%, respectivamente”, según el Minhacienda. En cuanto a las obligaciones en pesos colombianos, estas no disminuirían significativamente en el saldo total (de 46,2% a 45,2%), lo cual ocurre debido a las elevadas tasas de cambio que supone este escenario, sumado al alto porcentaje de dichas necesidades que son cubiertas en la moneda local.
CIRUGÍA PROFUNDA
Es importante resaltar que los cambios hechos para la vigencia 2018 - 2022, el Gobierno contó con el apoyo técnico del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos (Seco) de la Confederación Suiza.
En buena parte, la articulación de todos estos grupos de trabajo se dio como resultado de la adopción de buenas prácticas –por parte del Ministerio de Hacienda–, basadas en principios macroeconómicos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
Incluso, en el informe se detalló que este organismo recomienda articular las responsabilidades de supervisión, regulación y ejecución; proporcionar información oportuna, precisa y transparente; y asegurar el cumplimiento de las directrices estratégicas mediante el monitoreo efectivo por parte de los tomadores de decisiones.
Todo lo anterior será uno de los ejes de esta nueva estrategia, si se tiene en cuenta la publicación de los informes periódicos por parte del Gobierno, que incluirá una evaluación profunda a la estrategia de gestión de la deuda, tanto así que se hará cada trimestres y también de forma anual.
Asimismo, se tendrá que presentar un reporte técnico de seguimiento de la deuda, que si bien será solo para el Comité de Gestión de Deuda, les permitirá a sus integrantes tirar línea en esta materia, con base en el desarrollo de modelos, temas de políticas monetaria y fiscal, y la definición de nuevos programas de inversión.
BALANCE 2013 - 2017
El principal logro de la estrategia de manejo de deuda 2013 - 2017 fue el incremento estructural de la vida media de la deuda de 6,7 a 8,2 años.
Esto permitió reducir el riesgo de refinanciamiento, mantener una diversificación estratégica de emisión en varios segmentos de la curva, y disminuir la concentración del perfil de los vencimientos.
Otro de los beneficios fue la reducción estructural del costo promedio de la deuda, que pasó de 7,9% en el 2012 a 7,1% en el 2017.
Así mismo, la composición por tipo de interés de la estrategia anterior permitió aprovechar una coyuntura de tasas de interés excesivamente bajas por cuenta de la relajación monetaria de los principales bancos centrales del mundo durante el período 2012 - 2016.