Hay muchos asuntos de peso que los colombianos se juegan en las urnas este domingo. De peso y de fondo, con implicaciones de largo plazo, y de mucho impacto en todos los niveles de la vida nacional.
Lo primero y más elemental es que este domingo quedarán definidos los dos candidatos presidenciales que irán a disputarse el poder en la segunda vuelta el próximo 17 de junio. Y, dependiendo de quién pase a segunda vuelta, el rumbo de Colombia podría ser muy diferente en los próximos años.
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Un primer referente aceptado para examinar lo que podría ocurrir este domingo son las mediciones sobre intención de voto. Y, a juzgar por ellas, Iván Duque (Centro Democrático) y Gustavo Petro (Colombia Humana) serían los más llamados a disputar la presidencia en la segunda vuelta.
Duque y Petro lideraron las encuestas sobre preferencias electorales hasta el domingo pasado. Y, según los encuestadores (todos), si no ocurre un hecho contundente que afecte o beneficie a alguno de ellos la semana anterior a los comicios, esas posiciones se deberían mantener en las urnas.
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ESTRUCTURAS PARTIDISTAS
Pero las encuestas no generan la suficiente confianza. Algunas campañas están inconformes con sus mediciones. No solo por lo ocurrido en Colombia con el plebiscito por la paz a finales de 2016, cuando ninguno de los sondeos acertó, sino por los antecedentes en otros países.
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Todas las empresas encuestadoras dijeron en sus estudios que el Sí a los acuerdos de paz ganaría de lejos. Por diferencias muy grandes. Pero ganó el No.
Y en el campo internacional hay muchos ejemplos recientes de fracaso de las encuestas sobre intención de voto. El más notorio fue el de Estados Unidos con el triunfo de Donald Trump: las encuestas daban como ganadora a Hillary Clinton, pero ella fue derrotada contra todo pronóstico.
Y hay un caso más reciente, el de Costa Rica, en abril, donde el pastor cristiano Fabricio Alvarado Muñoz, líder absoluto por semanas en los sondeos, fue vencido en las urnas.
Este domingo también está en juego el poderío de las estructuras partidistas en Colombia, las cuales han decidido históricamente el poder político.
Algunos creen que por primera vez el poder del ciudadano independiente, apoyado por el auge de las redes sociales y las nuevas tecnologías, podría irrumpir hoy en las urnas desafiando la fuerza histórica de los partidos.
“Creo que el voto de opinión jugará un papel más importante que en las últimas elecciones. Las maquinarias se moverán tanto como siempre, pero sí habrá un contraste con el voto de opinión y por eso se disminuirá la abstención”, dijo Claudia Dangond, profesora de ciencia política.
Aunque todos los candidatos que están en la contienda tienen apoyo de estructuras partidistas y de ciudadanos independientes, Gustavo Petro ha reclamado para sí las mayorías ciudadanas. “El domingo se van a enfrentar dos grandes fuerzas: una, la corrupción que ahora llaman maquinaria; y la otra, la ciudadanía libre. La que gane va a representar el futuro del país”.
Con ese lenguaje de “la maquinaria”, Petro alude ante todo a los candidatos de centroderecha Iván Duque y Germán Vargas, sus rivales.
No obstante el liderazgo de Petro, que en todas las mediciones sobre intención de voto aparece en el segundo lugar, investigadores de opinión como Cifras y Conceptos y el Centro de Estudios Económicos de Anif han planteado la hipótesis de que Vargas Lleras podría pasar a segunda vuelta, dado el enorme apoyo de las estructuras partidistas con que cuenta.
EL MODELO ECONÓMICO
Dependiendo de quién pase a segunda vuelta, si Petro o Vargas, el país entraría en la expectativa de un cambio en su modelo económico.
Tanto con Vargas como con Duque, si son ellos los que pasan a segunda vuelta, el país mantendría intacto su modelo económico de defensa de los mercados, de la iniciativa privada y respaldo a la explotación de combustibles fósiles. Con Petro, en cambio, habría una economía más estatizada.
Mauricio Reina, analista económico, cree que si el presidente es Vargas o Duque, estos “preservarían, con sus matices, de manera más clara el libre funcionamiento de las fuerzas del mercado y el sector privado como motor de la economía”. En cambio, si Petro gana, y a juzgar por su administración en Bogotá, “donde dejó ver un desdén por el sector privado, casi hostil, habría una estatización de muchos sectores”.
A lo que Vicente Torrijos, profesor emérito de ciencia política, añade que un gobierno de Gustavo Petro impondría un modelo basado en “asistencialismo y subsidios”.
LA PAZ
En caso de que Iván Duque pase a segunda vuelta, lo que parece muy seguro, pues ha liderado en el primer lugar todas las encuestas sobre intención de voto los últimos dos meses, el país estaría más cerca de vivir cambios en el acuerdo de paz con las Farc.
Aunque Duque ha dicho que no hará “trizas” el acuerdo de paz, un gobierno suyo sí haría cambios profundos a las normas que lo implementaron jurídicamente. Por ejemplo, no apoyaría la actual Jurisdicción Especial para la Paz, porque como está hecha, según el senador José Obdulio Gaviria, “está a la medida de las Farc”.
Esta semana, el asesor jurídico del partido Farc, Enrique Santiago, dijo que por cosas como las amenazas contra la JEP, “el acuerdo de paz está en peligro”. En diálogo con La W, Santiago vaticinó que si el acuerdo con las Farc fracasa, “el conflicto se reproducirá, porque cada uno de los exguerrilleros, si no hay programas de resocialización ni garantías de seguridad, tendrá que arreglárselas solo y no le quedará más remedio que optar por salidas al margen de la ley”.
En medio de estas dos polarizadas posiciones se ubica Sergio Fajardo, que, con la tercera intención de voto más fuerte (según todos los sondeos), sostiene que hay que respetar los acuerdos con las Farc y cumplirlos, pues lo contrario, opina, es sumamente peligroso. “Entendiendo los miedos, rabias y dolores, no es hora de revanchas (...) es hora de pasar la página” para proyectar el país hacia la “plena reconciliación” y “un futuro mejor”, ha dicho en varios escenarios.
Algo en lo que también coincide Humberto de la Calle, candidato liberal, el más fiel defensor de los acuerdos de paz con la guerrilla, como quiera que fue su principal negociador, y quien aparece de quinto en los sondeos de intención de voto.
Pero como las costumbres políticas parecen estar cambiando y los pronósticos electorales son cada día más inciertos, solo queda esperar las respuestas que hoy nos darán las urnas.
POLÍTICA
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