Los productores de etanol en el país parecen tener los días contados, a buena cuenta del aumento en las importaciones en el último año de este combustible, a base de maíz, desde los Estados Unidos.
En este sentido, en poco más de 12 meses se han incrementado los volúmenes del citado biocombustible que entra al país, lo que prácticamente puso freno de mano a la producción del etanol nacional.
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Para representantes del sector agremiados en la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia (FedeBiocombustibles), la situación ha llevado a que el sector esté prácticamente contra las cuerdas, porque debido al crecimiento de la sobreoferta, las plantas se han visto en la obligación de reducir su fabricación ya que no tienen más espacio en donde almacenar el alcohol.
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“El Gobierno Nacional consideró hace menos de un año que se podían aumentar, y sin límites, las importaciones de etanol a base de maíz desde los EE. UU. ante el temor que ese país denunciará que no se estaba cumpliendo con esa parte del tratado”, señaló Jorge Bendeck, presidente de FedeBiocombustibles.
El dirigente gremial precisó que así se abrió la puerta para que el etanol nacional, que es a base de caña de azúcar, perdiera relevancia en la demanda interna.
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“Las importaciones de etanol de EE. UU. son tan grandes que se ha perdido todo el mercado de la costa Caribe, y se está extendiendo a otras zonas del territorio a tal punto que están a punto de cerrarse las plantas nacionales”, dijo.
Agregó que, en los montajes, las plantas nacionales de etanol tuvieron desembolsos superiores a los US$1.200 millones, “y hasta el momento esa inversión no se ha recuperado”.
Así pues, cálculos de FedeBiocombustibles indican que las importaciones han llegado a superar el 20% de la demanda nacional, lo que ayuda a contraer la producción local.
EN EL LÍMITE MÁXIMO
En los últimos meses los productores nacionales de etanol reportan que los tanques ya están en su máximo límite de almacenamiento, y que no les ha quedado más camino que ajustar costos y disminuir los volúmenes de producción.
La producción de etanol a base de maíz que se importa de los EE. UU., está cobijada por más de 50 diferentes subsidios que se aplican a toda la cadena de procesamiento. Esto permite que ese biocombustible llegue a mercados, como el de Colombia, con grandes descuentos.
“Un galón de etanol importado de ese país viene con una diferencia por debajo, superior a US$1, con respecto a un galón de etanol nacional”, precisó el presidente de Fedebiocombustibles.
Además, explicó que por cada litro de etanol proveniente de los EE. UU., hay 30 centavos de dólar en subsidios agrícolas. Es decir, que en un galón que equivale a 3,785 litros, representa US$1,20 en ayudas para ese biocombustible extranjero.
Cálculos del citado gremio registran que entre el 1 de enero y el 30 de marzo del presente año se han importado 12 millones de galones de etanol desde el país del norte, es decir, que el promedio mensual es de 3,5 a 4 millones de galones.
Estas cifras contrastan con la capacidad de producción nacional, la cual se acerca a los 500 millones de litros por año, y en el país se consumen cerca de 40 millones de litros al mes. “Solo en el mes de febrero se importó el equivalente al 50% de la producción nacional, que fueron 12 millones de litros, que es casi el 27% de la demanda”, subrayó Bendeck.
MALESTAR DEL GREMIO
Hace seis meses entró en vigencia una resolución en la que indicaba que el etanol importado debe cumplir con un mínimo porcentual para la reducción en las emisiones.
“Esto fue otra puerta que se abrió para que aumentara la entrada de volúmenes adicionales. Y no se puede tener acceso a esa información ya que el Gobierno Nacional argumenta que es confidencial”, indicó Bendeck.
Insistió que el gremio no ha podido verificar que ese etanol importado de EE. UU. cumpla con los requisitos de calidad ambiental. “No hay acceso a la información en los ministerio de Minas y Energía, y en Ambiente y Desarrollo Sostenible. Y no hay un solo organismo en el Estado que lo supervise”, afirmó.
Registros de FedeBiocombustibles señalan que en el país operan tres grandes importadores de para etanol. “A través de estos mayoristas entran cada mes más volúmenes de etanol, y así no existen las condiciones para que el alcohol nacional compita de manera equilibrada con el etanol importado. La cancha está desnivelada”, explicó el dirigente gremial.
Asimismo, recalcó que en el país no se le otorgan subsidios a los productores de biocombutibles. Solo existen exenciones tributarias para los consumidores por usar esa fracción de etanol o biodiésel que se mezcla con la gasolina.
“Si no se gestiona una regulación que defienda la industria nacional de etanol en el tratado con los EE. UU., la producción de este combustible se acaba. Ese país produce en la actualidad 60.000 millones de litros por año. Es decir la oferta nacional es menos del 1% de lo que se produce en el país del norte”, explicó.
Y añadió que al incrementarse la mezcla del 8% al 10%, a la par aumentaron aún más las importaciones. “Están frenando la industria nacional. Un ejemplo es Ecopetrol, empresa que invirtió cerca de US$700 millones en el montaje de su planta de etanol (Bioenergy) en el departamento del Meta, y está realizado ajustes en todos sus procesos para no tener pérdidas y poder atender la poca demanda”, dijo.
ECOPETROL CON AJUSTES
En las condiciones actuales del mercado se ha visto una reducción en el precio final que se le reconoce a los productores nacionales de etanol. Es una reducción de $1.600 por galón. Las importaciones están ocupando espacios que hoy pertenecen a las plantas nacionales. Ha copado mercados que la producción nacional tenía. En nuestro caso, nos hemos ajustado en costos de producción para volvernos más eficientes y atender lo que queda de demanda”, resaltó Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol.
Alfonso López Suárez
Redacción Portafolio