Construir 7 mil viviendas en el barrio San Bernardo y el Voto Nacional para llevar unas 20 mil personas más, generar empleos en la economía naranja dentro del Bronx Distrito Creativo, una galería de arte en la Plaza la Concordia y la iluminación de la Plaza de Bolívar son solo algunas de las ambiciosas apuestas del Plan Especial de Manejo y Protección -PEMP- que busca potenciar el Centro Histórico de Bogotá.
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La hoja de ruta de dicha iniciativa fijó un plan a 20 años, para que en 2038 -cuando Bogotá cumplirá 500 años de fundación- esta zona de la ciudad tenga una transformación que le permita fortalecerse como soporte económico a través del turismo y el comercio, entre otros factores. Para llevar a cabo la iniciativa se requieren $3.86 billones, de los cuales $0.95 billones ya han sido asignados por actores públicos y privados.
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Sobre este tema, Portafolio habló con Mauricio Uribe, director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), y David Delgado, director del PEMP, quienes aseguraron que el proyecto “es un instrumento para coordinar todas las acciones”, que se llevan a cabo para transformar esta zona de la ciudad.
“El centro representa menos del 2,6% del área de Bogotá, pero aquí están el 34% de los bienes de interés cultural y se mueve gran parte de la economía de la ciudad y del país”, señala Uribe, al tiempo que destaca la afluencia de personas por esa zona al día, que, según cálculos, son cerca de un millón. Justamente, el tramo que se está interviniendo comprende más de 450 hectáreas en las que viven más de 150 mil residentes que se encuentran entre las localidades de Los Mártires, Santa Fe y La Candelaria.
El plan para ejecutar el resto del PEMP, que requiere de $2.91 billones en las dos décadas siguientes y representa el 75% restante del proyecto, es obtener un promedio de $145 mil millones al año hasta el 2038 para llevar a cabo la totalidad de los planes.
Para esto, la meta trazada es que la inversión privada represente un 46% (con proyectos de vivienda nueva, por ejemplo) el presupuesto distrital un 35%, los instrumentos de financiación un 11% (como cargas patrimoniales y aprovechamiento de espacio público) y el presupuesto nacional un 8%.
EN EJECUCIÓN
“Hay que lograr un equlibrio entre conservación y desarrollo” afirma el director del IDPC, que, de otro lado asegura que “en el segundo semestre de este año se va a tener una carrera Séptima peatonal, que va a mover la economía” y de igual manera “se está peatonalizando la calle décima”.
Los problemas que se han hallado en el centro tienen que ver con la estructura urbana que se trazó durante varios años, lo cual “dejó a los barrios inconexos”, además de “zonas monofuncionales que solo tienen vida de día y no de noche” por lo cual “entran en deterioro porque se vuelven inseguras”, según manifiesta David Delgado.
Un total de 35 Museos, 30 Iglesias, 10 Bibliotecas y diferentes universidades están ubicadas en el centro histórico, lo que, según Uribe y Delgado constituye un potencial para el desarrollo de Bogotá.
Y aunque tradicionalmente La Candelaria ha sido la principal cara de esa zona de la ciudad, el proyecto se enfoca, sobre todo, en fortalecer las zonas aledañas; algunos de los que, por ejemplo, están culminando son la ampliación del Teatro Colón, -cuyas obras están proyectadas para entregarse en 2020- y la Cinemateca de Bogotá.
De otro lado, uno de los aspectos más importantes, que es llevar más gente a vivir al centro histórico, a zonas como San Bernardo y el Voto Nacional con la construcción de unas 7 mil nuevas viviendas, para lo cual “hay unos planes parciales en aprobación” de acuerdo con el IDPC.
El comercio que se mueve en la zona delimitada , representa, según Delgado, alrededor del 14% de la totalidad de la ciudad. Por esa razón, el IDPC proyecta incluir a las personas que ‘mueven’ la economía en el centro histórico, así como a otros actores como residentes y estudiantes de las universidades ubicadas allí.
La apuesta
Según plantea el plan especial de manejo, las líneas de énfasis para atender los problemas hallados y restaurar el centro histórico son ocho, entre las que se destacan la recuperación del patrimonio cultural, fortalecimiento de la identidad local, ‘sostenibilidad del espacio público’ y ‘movilidad sustentable’. De este último punto, dicen, el enfoque es que, a futuro, el centro histórico sea ‘caminable’ y albergue métodos de transporte alternativos, con lo que se requeriría un fuerte cambio dadas las condiciones de tráfico actuales en aquella zona.
Pero, de las cosas llamativas mencionadas, tanto por el director del IDPC, como por el del PEMP, es que el proyecto busca que el área de trabajo sea ‘multiescalar’ y ‘sinérgica’. Lo primero quiere decir que “puedan convivir las entidades, con el comercio y residentes” para llevar a lo segundo y genere trabajos conujuntos entre estos grupos.
Para que se den las mencionadas acciones, el PEMP apunta a centros de encuentro en diferentes zonas del centro histórico de Bogotá; por ejemplo, en el barrio Las Nieves, Egipto - Rumichaca, Concordia - Las Aguas Monserrate, Las Cruces, Voto Nacional y el proyecto denominado ‘Museo de la Democracia’.
De otro lado, uno de los íconos de la capital, la Plaza de Bolívar, es uno de los lugares con lo que existe más ambición, por cuenta de una línea de acción incluida en el PEMP que busca la iluminación de la histórica zona, para aumentar el número de turistas y actividades, que se podrían prolongar durante más horas.
El denominado ‘POT del centro histórico’, aprobado por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, en definidas cuentas le apunta a aumentar el número de viviendas, explotar el potencial económico, traer nuevas zonas comunes y garantizar la supervivencia de esa zona de la ciudad por más años. Los próximos 20 años serán decisivos.
Diego Vargas Riaño
En twitter: @vardie_