En Colombia, 428 municipios no tienen acceso al suministro de gas natural. Es decir que el 39% del total de cabeceras (que son 1.101) están pendientes de recibir este servicio público esencial.
La conclusión hace parte de un informe del sector, que fue publicado en días pasados por parte de la empresa Promigas, con cifras recopiladas del Dane y del Ministerio de Minas y Energía.
El estudio, presentado anualmente, indica además que, a diciembre 31 del 2016, en el territorio nacional 4.751.897 colombianos no se benefician con este servicio público. Así mismo, que solo cuatro departamentos tienen un cubrimiento del 100% en el suministro: Atlántico, Córdoba, La Guajira y Magdalena.
“El principal inconveniente para poder llevar el gas natural a estos municipios es de naturaleza geográfica”, afirmó Aquiles Mercado González, vicepresidente Financiero y Administrativo de Promigas.
Señaló el vocero que en el caso del departamento de Amazonas, la compleja topografía hace difícil el tendido de redes para la distribución del combustible. Agregó que la única alternativa para llevarlo a estas zonas es de manera comprimida.
Mercado González resaltó, a su vez, que el tema tarifario también ha influido para que varios municipios del país con demanda no puedan acceder al gas natural.
“Mientras las tarifas de distribución estén atrasadas, los comercializadores que deben presentar a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) los planes de trabajo para el suministro no tienen luz verde porque no hay claridad en el régimen tarifario”, precisó el vicepresidente Financiero y Administrativo.
“Llevamos ocho años con una revisión del marco, y esto ha impedido que muchas de las empresas que distribuyen el combustible no puedan tener capital para realizar inversiones con el fin de extender la cobertura”, recalcó Mercado González.
Empresas como Promigás afirman que la Creg se ha demorado en expedir un nuevo marco regulatorio, lo que impide hacer planes de cobertura en los proximos cinco años. Incluso, señalan que en este estudio o revisión ya han pasado ocho años.
El citado estudio revela que el departamento con más municipios que no tienen acceso al suministro de gas natural es Nariño con 63 cabeceras, en las que habitan 1’121.395 personas. Le siguen en su orden Boyacá con 56, Santander con 48, Chocó con 31, Antioquia con 29 y Norte de Santander con 28.
“En solo siete departamentos, el cubrimiento de sus cabeceras municipales con gas natural no sobrepasa un 50%, y en tres de estos, Guaviare, Caquetá y Nariño, solo tienen el combustible sus capitales, San José del Guaviare, Florencia y Pasto, respectivamente”, indica el estudio.
Esta información contrasta con otro de los apartes del informe, el cual señala que Valle del Cauca, Antioquia y Bogotá D.C. alcanzaron en el 2016 la cifra del millón de usuarios.
“La cobertura en el suministro de gas natural que hay actualmente en el país llega al 63%”, afirmó Orlando Cabrales Segovia, presidente de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas).
El dirigente gremial subrayó que aún hay espacio para crecer en cobertura, no solo en el tendido de gasoductos, sino además en el suministro a través del gas natural comprimido. Pero aclaró que “completar un 100% en la distribución es imposible por costos, ya que llegarle a un usuario o usuarios en zonas tan remotas no tendría una justificación para obtener utilidad”.
El presidente de Naturgas enfatizó que ante esta situación, el Gobierno Nacional debería apelar al Gas Licuado de propano (GLP), para que las zonas más apartadas del país puedan contar con un combustible, también limpio, que terminaría por mejorar la calidad de vida.
DOS MILLONES DE HOGARES USAN LEÑA
En el país, poco más de 1’200.000 hogares registrados oficialmente aún utilizan leña como fuente primaria de energía para su subsistencia. Y esta cifra puede llegar a las cerca de 2’000.000 de familias, teniendo en cuenta aquellos núcleos que no han sido contabilizados en los registros del Estado. La Encuesta de Calidad de Vida del 2016, que desarrolla anualmente el Dane, reveló que 93.000 familias están ubicadas en las cabeceras municipales y 1’136.000 en las zonas rurales, que la utilizan para su subsistencia.