Roberto Vélez Vallejo, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, estuvo la semana pasada en la reunión mundial de productores de café, en Basilea (Suiza), donde se llegó a la conclusión de que el mal momento de los precios internacionales del grano podría quedar atrás.
(Cafeteros no pasan el trago amargo de los precios bajos del café).
El dirigente gremial habló con Portafolio sobre las expectativas del sector y, sobre todo, acerca del futuro de la caficultura colombiana.
¿Para dónde va el café?
La verdad es que vemos un mejor panorama frente a lo sucedido en el último año. Los precios internacionales siguen por debajo de un dólar, pero las expectativas de una posible reacción son positivas.
La oferta mundial de grano muestra una tendencia descendente, especialmente en la producción de cafés especiales centroamericanos. Todo indica que estos países reducirían su cosecha, debido a que están igualmente perjudicados por los bajos ingresos de sus cultivadores, como consecuencia de la caída de los precios internacionales.
Ellos están muy afectados por problemas como el de la roya, ya que ante la difícil situación económica, los cultivadores se abstienen de aplicar los insumos que se requieren para combatir la enfermedad, reducen el empleo de fertilizantes y abandonan las buenas prácticas del cultivo.
¿A los cafeteros colombianos los está salvando el precio del dólar?
Totalmente. La tasa de cambio les está dando la mano a los cultivadores nacionales, gracias a que contamos con una política de dólar flotante. Eso no sucede con otros países cafeteros, los cuales han tenido que soportar el golpe del bajo precio internacional del café, y no tienen una tasa de cambio volátil como la de nosotros. Sin embargo, en los últimos cinco días el valor de la moneda estadounidense ha cedido terreno frente al peso, aunque ayer aumentó $20 pesos.
¿Qué resultado ha arrojado la decisión de Colombia de presionar a los industriales para que reconozcan un mejor precio a los productores?
Lo primero es que el mundo está hablando del tema. La corresponsabilidad entre los miembros de la cadena es considerado un asunto importante.
En la actualidad, todos los eventos, reuniones y congresos cafeteros incluyen la discusión sobre este aspecto, ya que es clave para la sostenibilidad de la industria.
(Cafeteros recibirán $155.500 millones para aliviar crisis del sector).
Cuando uno habla con los tostadores, ellos están de acuerdo en que los bajos ingresos de los cafeteros tienen un efecto negativo para todos los miembros de la cadena, incluidos los consumidores.
¿Cómo va la reglamentación del Fondo de Estabilización de Precios?
Efectivamente, está en proceso de reglamentación. Ahí es necesario concretar muchos detalles que no aclara la Ley que lo creó, tales como la financiación, y la forma como va a operar a la hora de servir de mecanismo para equilibrar el ingreso de los productores.
También es necesario definir de qué manera se va a alimentar para obtener los recursos que se requieren para compensar a los productores cuando sea necesario.
De igual forma, hay que definir cuál va a ser la participación del Gobierno en este mecanismo de apoyo a los productores.
Una vez se expida la reglamentación tendremos ese respaldo para las épocas de bajos precios. Por ahora, el Fondo está pendiente de su entrada en operación.
El precio interno sigue por encima de $800.000 la carga. ¿Ese es un valor aceptable para los productores?
No es el mejor, pero ha mejorado. El precio interno salió de la zona de descalabro o quiebra. Y yo creo que tiende a mejorar. Es más, las ventas a futuro se están haciendo a precios más altos, lo cual es un buen augurio para los productores.
¿Y qué hacer para mejorar los precios?
Debemos seguir apostándole a los cafés especiales, con el fin de lograr mejores precios. Los cafeteros colombianos lo están haciendo bien. En muchas regiones los campesinos tienen cafés con marcas propias. Eso se percibe en todas las ferias de cafés que se realizan de manera permanente en el país.
Colombia debe seguir trabajando en la calidad y en la diferenciación de la oferta del grano.
(Salvavidas para financiar a caficultores en crisis por precios bajos).
Nada nos sacamos con aumentar el volumen, si el mundo está pidiendo cafés de calidad. Cuando hay mucha oferta los precios bajan, mientras que cuando producimos cafés especiales estamos recibiendo un mejor pago por ese esfuerzo. La calidad es la solución.
¿En qué va la investigación y el plan piloto de cafés robustas?
Yo no he recibido información de Corpoica al respecto. La verdad es que Colombia debe continuar promoviendo la producción de cafés especiales. No podemos abandonar el terreno ganado y mucho menos cambiar de rumbo.
Los consumidores están cada vez más interesados en cafés suaves, y dispuestos a pagar mejores precios por el grano de calidad. La imagen del café colombiano está construida sobre cafés suaves y no sobre robustas.
¿Cuántos millones de sacos producirá Colombia en el 2019?
Creo que vamos a tener una producción muy similar a la del año pasado, es decir, entre 13,8 millones y 14 millones de sacos.
¿En cuánto se calcula que sea el valor de la cosecha del país para este año?
El valor total de la producción se mantendrá en alrededor de $6,2 billones, es decir, que ese será el aporte del sector cafetero a la economía en el presente año.
¿Cuáles serán los temas centrales del Congreso Cafetero que se realizará en diciembre?
Sin duda, haremos una evaluación del momento actual del sector y las perspectivas para el año entrante.
En esa dirección, es necesario hablar de mayor eficiencia en el cultivo, mejorando las prácticas agrícolas, respetando el medio ambiente y trabajando por la sostenibilidad.
También es indispensable profundizar en las estrategias sobre productividad, mejoramiento de la calidad y la rentabilidad del cultivo del grano.
El evento es muy coyuntural, pues los cafeteros están viviendo un momento clave para la recuperación de la rentabilidad. Hay factores externos a favor que nos hacen creer que vamos a tener mejores precios, y eso permite ser optimistas sobre el futuro de los productores del grano.
Édmer Tovar Martínez
Editor de Portafolio