A pesar de estar ubicada en una de las zonas de mayor valorización del país, las carreras 11 y 13 con calle 86 de Bogotá, el Gobierno se tomó más de una década para vender uno de los bienes más apreciados por su antiguo dueño, el narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha.
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El inmueble, que desde hace varios años es de propiedad del Estado y que administra para la venta, la Central de Inversiones S. A. (Cisa), pasaría en los próximos días a manos del Gobierno de China, con el objetivo de montar allí la nueva sede de la embajada del esa nación en Colombia.
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La operación, que se confirmó el pasado viernes, se hará por $49.834 millones de pesos, es decir, un monto similar al de la base de la subasta, que para esta oportunidad se fijó en $50.000 millones.
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Portafolio conoció que hoy se reunirán los representantes de Cisa y de la embajada de China, para firmar el documento de compraventa, una vez se finiquiten algunos de los detalles finales del negocio.
Este fue el noveno intento del Gobierno colombiano de enajenar el mencionado predio, cuya casa se encuentra abandonada y en avanzado estado de deterioro, luego de haber sido una de las mansiones más suntuosas de país, construida durante la época de vigencia y auge de los mayores capos del narcotráfico en varias regiones colombianas.
Este nuevo intento por salir de dicho bien se realizó la semana pasada, tras el fracaso de la oferta pública hecha en junio del 2016, y una puja de 10 días efectuada en junio del presente año.
La operación que había sido anunciada hace un mes a Portafolio, por Hernán Pardo Botero, presidente de la Central de Inversiones S. A. (Cisa), entidad estatal encargada de la gestión o movilización de bienes públicos, se concretó el pasado viernes, pero solo hoy serían divulgados más detalles de la negociación y la transferencia del bien a manos de la Embajada china en Bogotá.
MUCHOS OBSTÁCULOS
El narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha murió hace 28 años, y desde ese momento comenzó una batalla jurídica del Estado para expropiar esta propiedad. Sin embargo, este objetivo solo se logró hace 18 años.
Pero esos no fueron los únicos obstáculos para la venta del inmueble. Además del largo proceso jurídico que debió enfrentar el Estado, en los últimos años se dificultó la venta debido a que el exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, modificó el Plan de Ordenamiento Territorial, lo cual impide que ese predio sea utilizado para cualquier tipo de edificaciones. Esa es la razón por la que la embajada china resultó ser el comprador más apropiado.