Desde las 3 de la tarde de este martes, la plenaria del Senado de la República debatirá si le conviene o no al país adelantar una consulta anticorrupción, en la que se le preguntaría a los colombianos si está de acuerdo con bajar el salario a los congresistas y altos funcionarios, quitar los beneficios de cárcel especial a corruptos, adelantar contrataciones con pliegos tipo, hacer presupuestos públicos con participación ciudadana, realizar una rendición de cuentas de los congresistas, hacer obligatoria la publicación de la declaración de renta de los legisladores y evitar que los funcionarios estén por más de tres periodos en corporaciones públicas.
(Lea: Consulta anticorrupción da su primer paso).
Este debate será la prueba de fuego de este proyecto, ya que de no pasar moriría.
De aprobarse, se decidirá entonces el mecanismo para llegar a las urnas, desde donde los colombianos podrán votar por cada punto de la consulta.
En caso de que el Congreso le dé el visto bueno a la iniciativa, la manera para que la consulta sea válida es que deberán votar al menos 12 millones de personas.
“Si la gente en las urnas aprueba estos puntos, el siguiente Congreso tiene un año para incorporar estos puntos a la ley. Si se acaba el año y el Legislativo no lo ha hecho, el Presidente tiene la obligación de hacerlo por decreto”, señaló la representante Angélica Lozano, una de las promotoras del proyecto.
Según Lozano, en caso de que la consulta no sea avalada por el Congreso se le estaría enviando un mensaje terrible a la ciudadanía.
“Es como decirle a los colombianos que el Congreso ‘ni raja ni presta el hacha’”.
De acuerdo con la representante Lozano, la consulta es la manera más probable de que estas reformas se hagan, ya que todos los puntos de la iniciativa presentados individualmente han sido negados al menos ocho veces.
“¡Cuántas veces hemos hablado de bajar el salario de los congresistas y nada que se ha podido!”, agregó Lozano.
La promotora cree que un buen día para hacer la consulta sería un día después de las elecciones de segunda vuelta para aprovechar la logística, ya que según la ley no puede ser el mismo día de una elección.