La aprobación y entrada en vigencia de la ley de financiamiento, que comenzó a regir desde el pasado 1.° de enero, salvaría al Gobierno de incumplir sus metas fiscales este año, pero la situación podría complicarse en el 2020.
Esta conclusión se desprende del más reciente informe hecho por la calificadora Fitch Ratings, que ayer fue contundente en decir que si bien creen realizable que el país cumpla su meta de déficit fiscal este año, el panorama del próximo se ve más nublado.
“(...) Cada vez dudamos más que Colombia pueda alcanzar y lograr su objetivo de déficit fiscal del 2020, que es de 2,2% del producto interno bruto (PIB), sin que medien allí medidas adicionales a las actuales”, indicó la calificadora en un comunicado de prensa.
Esta conclusión la respaldó en las reducciones de impuestos que tendrán las empresas a partir del próximo año (por cuenta de la ley de financiamiento), rubro que, según Fitch, reducirá los ingresos del Gobierno en 0,8% del PIB, que en plata blanca son aproximadamente $8 billones.
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DIFÍCIL DE COMPENSAR
A propósito de esta caída en los ingresos corrientes por impuestos corporativos, el Ministerio de Hacienda ha argumentado en varias ocasiones que la carta de salvación del fisco serán las nuevas herramientas que se le otorgarán a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), incluidas en la ley de financiamiento.
De hecho, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, indicó en una ocasión que la meta del gobierno de Iván Duque consiste en reducir en 10% la evasión de impuestos, motivo por el cual precisamente se le autorizó a la Dian contratar más personal, e incluso se le dieron más ‘dientes’ a esa entidad, con el fin de perseguir a quienes no tributan lo que deben. A pesar de lo anterior, para Fitch Ratings, estos ajustes no alcanzarán a compensar lo que dejarán de pagar las empresas. “La pérdida de ingresos (por estos beneficios corporativos) será muy difícil de compensar solo con esfuerzos de la administración de impuestos y de medidas antievasión”, sentenció la firma calificadora.
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De igual forma, Fitch indicó que si bien el recorte de gastos este año podrá salvar al país de incumplir la Regla Fiscal (cifra que por ley debe cumplir el Estado año a año en materia de déficit), dicha ‘carta’ dejaría de servirle en el 2020.
Esto, si se tiene en cuenta que gran parte del gasto público que tiene Colombia ya está comprometido con diversos programas y rubros, entre los que están –por ejemplo– el pago de la deuda pública y las vigencias futuras (que se acercan a 10 puntos del PIB).
Según Fitch, peluquear más el gasto público “será de gran dificultad, teniendo en cuenta la naturaleza de la inflexibilidad que maneja el país, sumado a que se espera que en el 2019 se hagan ajustes presupuestales y a que Colombia tendrá nuevas presiones de gasto, debido a los flujos migratorios desde Venezuela”.
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De hecho, el comunicado de la calificadora reveló un dato que había sido negado en anteriores ocasiones por distintos funcionarios del Ministerio de Hacienda –incluido el mismo jefe de esa cartera– y es que “el ministro de Hacienda, (Alberto) Carrasquilla le ha solicitado al Comité Consultivo de la Regla Fiscal que tome en consideración los costos de la crisis venezolana (calculados en 0,5% del PIB, unos $5 billones) cuando, en mayo próximo, discuta sobre parámetros y metas fiscales del país”.
Sobre esto, la firma indicó que si bien la Regla Fiscal se ha consolidado como un ancla importante, numerosos cambios en sus metas podrían pesar de forma negativa en la credibilidad del Gobierno Nacional.
De otro lado, la calificadora confirmó que el Ejecutivo está estudiando la posibilidad de adoptar seguros para garantizar los ingresos petroleros, en caso de que los precios internacionales se desplomen y queden por debajo de lo inicialmente calculado, proyecto que se sumaría a la desinversión del Estado colombiano en algunos activos.
MAYORES RETOS
Este panorama deja entonces al Gobierno con grandes retos para el 2019, pero más para el 2020, aunque Fitch Ratings confía en que el país continúe teniendo políticas macroeconómicas consistentes y prudentes, como lo ha hecho hasta ahora.
“Esto incluye la independencia de su banco central, que cuenta con un rango de meta de inflación creíble y que ha mantenido una tasa de cambio flexible. De igual forma, el país ha demostrado su habilidad de manejar entidades prudentemente, como es el caso de Ecopetrol”, afirmó.
Esta ‘nota’ le da un compás de espera a Colombia para revisar sus cuentas y ajustar sus gastos, sobre todo porque, según la calificadora, el país tendrá que recortar este año diferentes rubros del Presupuesto General, de tal modo que pueda cumplir la meta de déficit fiscal de 2,4%, que le dicta la Regla.