Una traba para incrementar el movimiento de pasajeros en buques turísticos desde Colombia es la limitada capacidad de embarque en Cartagena. Así lo expresa Richard J. Vogel, presidente y CEO de Pullmantur Cruceros, la única naviera de su tipo con presencia permanente en el país y quien tratará hoy este tema con el presidente de ProColombia, Felipe Jaramillo.
En entrevista con Portafolio, Vogel habló del crecimiento exponencial de usuarios de esta modalidad de viaje.
¿Cómo va la operación en Colombia?
Hemos doblado el número de pasajeros, de 20.000 en el 2016 a 40.000 en el 2017, y esta fortaleza es lo que nos ha llevado a tomar la decisión de continuar operando acá todo el año con el Monarch, que es nuestro buque insignia.
Cerraremos con una ocupación del 101%, lo que quiere decir que nuestros barcos estuvieron siempre completos y todavía nos queda hacer algo para el último trimestre. El 2017 va a ser uno de los mejores en la historia de la empresa.
En 7 años de estar presentes acá, ¿cómo ha evolucionado la aceptación de los colombianos?
Acá hay que mirar el tema en una perspectiva regional, de América Latina. Colombia es un mercado que ha sido muy estable en los últimos años y la economía nos ha favorecido. Hemos hecho acuerdos con partners muy importantes como ProColombia, que siempre nos ayuda, Totto o Juan Valdez, que son marcas muy reconocidas, lo cual muestra la estabilidad de nuestro negocio y la esperanza que tenemos en Colombia. Para el 2018 también creceremos, aunque un poco menos.
¿Por qué un crecimiento tan alto en el 2017?
La razón es que doblamos nuestra capacidad. Hemos estado todo el año acá con dos barcos operando desde Cartagena. Cuando el Monarch salió para Europa llegó el Cenit, que antes estaba operando en República Dominicana y las islas del Caribe porque esperábamos este incremento.
¿Es decir que el mercado estaba creado?
El mercado en Colombia se parece mucho a otros. En el caso de la industria de cruceros, la capacidad es la que mueve la demanda. Además, Pullmantur es la única naviera con embarque y desembarque acá y eso les facilita mucho a los colombianos ir en un crucero, porque no tienen que tomar un vuelo hasta Miami u otro punto para abordar.
¿Cuál es el potencial de mercado para la empresa?
Este año, nuestro barco más grande va a estar operando todo el tiempo, pero estamos un poco limitados por la infraestructura del puerto de Cartagena. Al día de hoy no somos capaces de embarcar 2.000 pasajeros y por eso debemos tener dos puertos: en Cartagena suben el 95% de los viajeros colombianos y en Colón (Panamá) los de otros puntos.
Una solución sería tener dos barcos al mismo tiempo, pero aún es prematuro; el primer paso es traer un barco más grande.
¿Han hablado de esto con el Gobierno?
Entendemos que para el puerto es difícil desarrollar todas las infraestructuras si las navieras vienen un año y se van, pero ahora que estamos demostrando nuestra permanencia estable es más fácil sentarnos con todos los actores implicados y ponernos a pensar juntos las soluciones. De hecho, este viernes tenemos una reunión con el presidente de ProColombia y ese será uno de los puntos a tratar.
¿Alguna ampliación de su operación a la vista?
Por ahora no tenemos planes de abrir nuevas oficinas, porque tenemos aliados en Bogotá que funcionan muy bien, y muy buenas relaciones con los agentes de viajes. En cuanto a la capacidad, ya para el 2018 vamos a seguir todo el año con el Monarch, que es un barco más grande.
¿Cuántos viajes hacen al año desde el país?
Viajamos todas las semanas, durante todo el año. Incluso algunas veces tenemos una doble operación y puede subir un poco más, hasta tres buques. Somos la única naviera que está los doce meses en Colombia.
¿Y a nivel global, cuántos trayectos realizan?
Este año terminamos movilizando cerca de 400.000 personas y, en cuanto a viajes, son unos 25.000 más o menos. No puedo dar cifras de facturación porque somos un grupo que cotiza en bolsa.
¿Por qué al llegar a la compañía se enfocó en el mercado de España y Latinoamérica?
La firma había nacido en España y la conexión era el lenguaje. Antes teníamos Croisières de France, que en el verano operaba dos barcos para Francia y dos para España.
Teníamos tres mercados y dos marcas y no había capacidad para crecer ni en España ni en Latam. Se tomó la decisión de centrarnos en dos mercados claves: España- Portugal y Latinoamérica, y manejar una marca única. El resultado de este año demuestra que fue lo correcto.
¿Qué tanto han crecido desde entonces?
Lo que hemos hecho es cambiar la capacidad. En España fue un 40% y en Latam otro 40% el año pasado. En el 2017 lo haremos al 12%. Pero además hemos reforzado nuestro posicionamiento tanto en España como en América Latina.
¿Hay expansión a la vista?
No, nuestro objetivo es estabilizar el negocio, pero si la economía española y la latinoamericana continúan creciendo, tendremos que pensar cómo están distribuidos nuestros barcos y en la posibilidad de tener dos naves en Latinoamérica.