La decisión de mantener estable la tasa de interés en marzo, en 4,5%, no fue sorpresiva para los expertos.
El viernes, la junta directiva del Banco de la República empezó a debatir sobre las actuales circunstancias de la economía nacional. Sin embargo, antes de que la reunión empezará, la mayoría de analistas económicos aseguraban que la tasa de referencia se mantendría por séptimo meses consecutivo. Y así fue.
Camilo Pérez, director de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, reiteró que la noticia no fue sorpresa para la entidad, que considera que subir la tasa no hubiese sido adecuado.
“El anuncio quiere decir que el impacto de la inflación es relativamente bajo. Si bien este último dato ha sorprendido, es un choque temporal de alimentos”, aseguró Pérez (en febrero la inflación alcanzó un 4,36%).
Para Daniel Velandia, analista de Credicorp Capital, la decisión del banco emisor fue un punto medio entre una economía que se desaceleró en 2014 y una inflación en enero que superó su rango establecido.
Velandia prevé que la entidad mantenga la tasa al menos por los próximos seis meses y el único escenario en el que subiría las tasas serían que la inflación aumentara más allá de lo previsto.
Por su parte, a la salida de la asamblea general del Grupo Bancolombia, su presidente Carlos Raúl Yepes, le dijo a Portafolio.co, que la tasa debe subir en el segundo semestre y debería ser entre el 4,5 y el 5 por ciento. Sin embargo, el primer semestre se debe mantener igual.
Yepes cree que esta tasa es buena para la economía colombiana porque jalonará los sectores de servicio, vivienda y agricultura.
Según Yepes, la economía crecerá un 3,4 por ciento y la forma de ayudar a la industria es la política estructural en materia tributaria y legal que permita mantener un clima de negocio saludable. "La política industrial no puede depender de circunstancias coyunturales", afirma.
La devaluación del peso fue otro de los temas prioritarios sobre la mesa de la Junta. En los últimos seis meses el peso se ha devaluado casi un 32 por ciento frente al dólar y cada día el comportamiento de la divisa bate récords y se acerca a la barrera de 2.700 pesos.
Colombia se dejó contagir por la decisión de la Fed que esta semana no modificó su tasa de interés.
La Fed dejó quietos sus intereses y lo más lógico era que a nivel local se evitaran decisiones que generarán sacudidas inesperadas por alguna decisión en contravía de esa. No es el momento.
Al comienzo de la semana, un sondeo realizado por la agencia Reuters evidenció que la tasa de referencia no se tocaría. 33 de los 35 analistas consultados coincidieron en eso. Los otros dos pronosticaron que se incrementaría 50 puntos base hasta 5 por ciento.
Ante ese panorama había un riesgo latente. Subir las tasas hubiese tenido como consecuencia que el consumo de los hogares se bajara, por menos acceso al crédito y así se desaceleraría más el ritmo de crecimiento en un momento en el que es clave compensar ingresos ante la caída de los ‘commodities’ (materias primas).
El ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, con lugar, voz y voto en la junta del Emisor, ha sido enfático en señalar que las actuales tasas de interés “están en un nivel que nos da tranquilidad en el sentido de cumplir con los objetivos de crecimiento y de inflación”.
En resumen, no es momento para tomar esa decisión pues el toro parece estar tomado por los cachos a nivel interno y porque desde afuera tampoco se han recibido señales claras de que hay que empezar a intervenir los intereses. No ha pasado hace siete reuniones, es decir en los últimos siete meses, y seguramente no pasaría hoy. La tasa seguiría otro mes, al menos, en 4,5%.
Redacción Portafolio.co