El contar con una estrategia nacional de ciencia, tecnología e innovación (CTI) es clave para los diferentes grupos de interés que se articulan frente a una serie de objetivos y prioridades donde la CTI contribuyen a la generación de nuevo conocimiento, y esta se transforma en un motor fundamental para el desarrollo económico, el crecimiento sustentable y lograr viabilizar una mayor equidad social, afianzando la paz y la democracia y con ello favorecer la soberanía del país.
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En este contexto, es importante establecer prioridades relacionadas con la asignación y la ejecución de los recursos de inversión tanto pública como privada y establecer programas diferenciados de acuerdo con los requerimientos de cada uno de los actores (las comunidades científicas, empresas, comunidades, gobiernos locales, entre otros) que pueden participar en el diseño y en su posterior aplicación, donde estos elementos son fundamentales en la formulación de políticas gubernamentales efectivas integradas a un plan de gobierno donde la CTI sea transversal y apoye la resolución de problemas a partir de los nuevos conocimientos generados y sirvan en la toma de decisiones basadas en la evidencia.
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En Colombia, los temas CTI se han centrado en diversificar la economía teniendo en cuenta la variedad de recursos naturales y fortalecer los procesos de innovación para mejorar la competitividad, el analizar las tendencias en temas de CTI que permitan generar una serie de programas e instrumentos que busquen darle el valor y la importancia que la ciencia, la tecnología y la innovación debe tener como un pilar fundamental de los colombianos debe ser el enfoque de futuro.
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Se deben priorizar una serie de objetivos nacionales donde el país cuenta con ventajas competitivas, planear y evaluar estratégicamente el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación con una política coordinada y prioritaria para los intereses de todo el conjunto de la sociedad. Este sistema debe tener como principal intencionalidad la generación de riqueza, desarrollo social y bienestar, lo que implica la incorporación y el compromiso sobre la CTI buscando su expansión y robustecimiento de todo el sistema.
Igualmente se debe priorizar en una serie de ejes transversales estratégicos de formación en capital humano con incentivos reales, focalizar la CTI en elementos centrales para el desarrollo regional, una coherente gobernanza, una legislación acorde con los nuevos y recientes desarrollos y una inversión consecuente con los estándares internacionales y la evolución de los países en esta área prioritaria.
Aportar a los grandes retos globales reorientando las inversiones públicas de CTI en temas como el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible analizando temáticas como el cambio climático, seguridad energética y alimentaria, salud y cambios demográficos entre otros, donde se deben evaluar las capacidades y requerimientos de investigación e innovación para fortalecer los resultados de investigación y nuevos procesos productivos en el país, es clave en este contexto la transferencia, aplicación y comercialización de los resultados de investigación donde se requiere garantizar los temas de propiedad intelectual entre los grupos de interés y fortalecer la ciencia abierta donde intervienen recursos públicos.
Todos estos elementos se deben tener en cuenta en el país con el fin de poder generar una agenda de CTI complementaria con programas y estrategias diferenciadas de acuerdo con las regiones del país y a los grupos de interés, teniendo en cuenta elementos estratégicos para renovar y potenciar las instituciones científicas con capital humano acorde con los avances más recientes, aumentar el número de investigadores y tecnólogos, fortalecimiento de la innovación y el desarrollo tecnológico, una sustancial mejora en la calidad de la educación, un estímulo para incentivar las carreras científicas, fomento real de la cultura científica y mejorar la percepción pública que se tiene de la ciencia, la tecnología y la innovación.
Así mismo hacer partícipe a la comunidad de dichos desarrollos, esto es vincular la CTI con las demandas sociales de la población, darle la verdadera importancia al fomento de la investigación en ciencias sociales, todo lo anterior debe usar como criterio fundamental la asignación de los recursos de excelencia, de relevancia y su impacto final, todo esto inmerso en una adecuada estrategia para aumentar la inversión en CTI y focalizar el recurso de una manera eficiente, equitativa y con justicia social, que permita día a día eliminar las brechas frente a otros países en temas científicos, tecnológicos y de innovación que a mediano y largo plazo fortalecerán la productividad y competitividad y aprovechando de manera sostenible la diversidad de recursos naturales que tienen cada una de las regiones del país.
Clara Inés Pardo Martínez, PhD.
Profesora de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario y Directora Ejecutiva, Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT)