La reciente década de bonanza económica en América Latina y el Caribe, impulsada por las buenas condiciones externas, comienza a diluirse, advirtieron altos cargos del FMI, la Cepal y el BID durante el segundo día de la Conferencia anual del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
“El viento a favor de los últimos años va a desaparecer.
Ahora debemos avanzar por nosotros mismos”, indicó Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, en un panel sobre las perspectivas económicas de futuro de la región.
El ritmo anual de crecimiento económico para los próximos años se situará en torno a 3 por ciento, algo que el presidente de la CAF y anfitrión del evento, Enrique García, consideró claramente “insuficiente”.
Por su parte, el director del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, advirtió de dos elementos negativos que afectan las perspectivas en América Latina e inciden en una ralentización de la expansión económica.
Por un lado, Werner destacó el “cambio significativo” en las expectativas de China, cuyo crecimiento estimado para los próximos años se ha reducido ligeramente y es uno de los principales socios comerciales de América Latina. Y, por otro, agregó que “la previsible normalización de la política monetaria en Estados Unidos debido a su recuperación económica”, indicó Werner, al referirse a la anticipación de que la Reserva Federal iniciará en breve la retirada del estímulo, que tendrá como consecuencia una mayores dificultades de acceso a financiación barata para la región.
“Puede que hayamos sobreestimado el potencial de crecimiento de la región”, subrayó Werner debido a estas favorables condiciones externas, tras agregar que el panorama de futuro será “más complicado”.
En la misma línea se expresó Alicia Bárcena, secretaria general de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), quien remarcó que el “motor de la exportación ha empezado a decrecer” y que América Latina deberá acostumbrarse a un “crecimiento mediocre” en el futuro inmediato.
Durante la sesión, los expertos insistieron en que las favorables condiciones financieras causadas por la entrada de flujos de capital por la crisis en las economías avanzadas en busca de mejores retornos y el alza del comercio y precios de materias primas, especialmente hacia los países emergentes asiáticos, han comenzado a remitir, por lo que América Latina debe prepararse.
“Es el principio del fin de un gran ciclo.
Pero debemos reconocer que gran parte del crecimiento no se produjo debido al aumento de productividad, sino a las condiciones externas de altos precios de materias primas”, dijo Ernesto Talvi.
WASHINGTON/EFE