Los festejos por su aplastante triunfo acabaron y la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, ahora deberá concentrarse en cumplir sus ambiciosas promesas de reforma sin un firme control del Congreso y con una estrechez fiscal y económica que podría arruinar su luna de miel con los electores.
Bachelet -que gobernó Chile del 2006 al 2010- fue elegida con 62,1 por ciento de los votos en la segunda vuelta del domingo, el mayor porcentaje logrado por un candidato desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, en 1990.
La médica de 62 años quiere pasar a la historia como la presidenta que corrigió las tremendas desigualdades sociales en el mayor exportador de cobre del mundo. ¿Cómo? Mejorando la educación pública con un aumento de impuestos corporativos y reformando la Constitución heredada de la dictadura. Pero para eso va a tener que sacar toda la habilidad negociadora que ganó al frente de ONU Mujeres.
“¡Si estoy aquí, si hemos llegado hasta aquí, no ha sido porque queramos hacer las cosas fáciles! ¡Es precisamente porque sabemos que es difícil!”, dijo Bachelet ante miles de partidarios tras el triunfo.
Bachelet fue votada por muchos chilenos descontentos con las políticas sociales del presidente Sebastián Piñera, un multimillonario conservador. Y su promesa electoral es cambiar el rostro de una de las naciones más estables de América Latina, pero con una abismal brecha entre ricos y pobres.
Bachelet prometió lanzar un paquete de 50 medidas en los primeros 100 días de su Gobierno, que arranca el 11 de marzo del año entrante, por un periodo de cuatro años, una especie de hoja de ruta que será seguida muy de cerca por los chilenos.
SOCIALES Y DE GOBIERNO
- Propone una profunda reforma educacional para alcanzar, entre otros objetivos, la gratuidad universal de la educación superior en un plazo de seis años.
- Planea crear dos nuevas universidades y fortalecer la educación pública para terminar progresivamente con el lucro en el sector y con los colegios con financiamiento compartido entre el Estado y los privados.
- Buscará redactar una constitución más representativa mediante, por ejemplo, cambios al sistema electoral que faciliten la construcción de mayorías. Para ello, convocará a un amplio debate democrático en vez de una Asamblea Constituyente.
- Prometió invertir 4.000 millones de dólares en nuevos hospitales, construir más centros de salud, contratar a más médicos y subsidiar el costo de algunos medicamentos.
- Fortalecer sus vínculos con otras naciones de América Latina, no solo con sus socios comerciales del Pacífico.
- Pretende legalizar el aborto en casos de violación o de riesgo para la salud de la madre o el niño. En Chile, el aborto está totalmente prohibido.
MINERÍA Y ENERGÍA
- Promoverá un mayor uso de la generación a través de gas natural, como alternativa frente a la estrechez energética que enfrentará.
- Se opone a la construcción del polémico proyecto hidroeléctrico Hidroaysén de 9.000 millones de dólares.
- Buscará un mayor equilibrio entre las crecientes necesidades de energía de la sexta economía de América Latina y las preocupaciones ambientales.
- En materia minera, no incluye cambios importantes para el sector, que ya aceptó un ajuste en sus regalías durante el actual Gobierno para financiar la reconstrucción tras el terremoto y tsunami del 2010.
ECONÓMICAS
- Para financiar mejoras en la educación, subirá gradualmente hasta un 25 por ciento el impuesto a las empresas, actualmente de un 20 por ciento. Su reforma tributaria debería generar unos 8.200 millones de dólares o un 3 por ciento del Producto Interno Bruto.
- Incluye una rebaja del impuesto a las personas a un 35 por ciento, desde un 40 por ciento actual, en los próximos cuatro años.
- Eliminar el Fondo de Utilidades Tributables, un mecanismo que las compañías usan para lograr exenciones fiscales sobre parte de sus utilidades.
- Planea crear una administradora estatal para competir con el sistema privado de fondos de pensiones que funciona en Chile.
- Su programa prevé llevar el déficit fiscal efectivo desde alrededor de 1 por ciento del PIB hasta 0 en el 2018.
- Pretende buscar una tasa de cambio competitiva para ayudar a los exportadores chilenos.
- Aumentará la supervisión del sistema financiero, reforzará las leyes contra la colusión e incorporará las reglas de capital de Basilea III para hacer más seguro el sistema bancario tras la crisis de crédito del 2007-2009.
Santiago
Reuters