Las bolsas europeas, con caídas de hasta el 4 por ciento (mínimos de dos años), vivieron ayer una jornada negra arrastradas por el desplome de los bancos, que ya han comenzado a descontar el impacto que tendría en sus cuentas la quiebra de Grecia y que se calcula en unos dos billones de euros.
Todos los mercados europeos vivieron ayer el impacto del rumor que circuló durante el fin de semana acerca de que Grecia está cerca de la bancarrota. Este temor hundió las bolsas, disparó las primas de riesgo de algunos países y castigó la cotización del euro.
El índice FTSEurofirst 300 de las principales acciones europeas cerró con un descenso del 2,7 por ciento.
Los títulos de bancos franceses se desplomaron, por expectativas de que la agencia Moody’s les baje su calificación de crédito.
Las acciones de Société Générale se hundieron un 11 por ciento, nivel que no veía desde 1992; los títulos del banco francés BNP Paribas cayeron un 12 por ciento por su exposición a la deuda italiana, luego de que en una subasta de títulos los rendimientos alcanzaron máximos de tres años por encima del 4 por ciento.
En los mercados nacionales, el índice británico FTSE 100 perdió un 1,6 por ciento, el alemán DAX cayó un 2,3 por ciento y el francés perdió un 4 por ciento.
Entre tanto, Wall Street cambió a última hora el rumbo bajista de la jornada en la recta final de la sesión y finalmente el Dow Jones de Industriales cerró con un avance del 0,63 por ciento, al tiempo que el selectivo S&P 500 subió el 0,7 por ciento y el índice compuesto del mercado Nasdaq ganó el 1,1 por ciento.
Las bolsas asiáticas también estuvieron influenciadas por los rumores en Europa durante el fin de semana y cerraron a la baja, mientras que las de América Latina también perdían terreno a la hora del cierre, reportando la mayor pérdida Chile con un -2,32%.
PARÍS/REUTERS.