La presidenta de la Unión Griega de Bancos, Luka Katseli, afirmó ayer que las instituciones financieras de ese país tendrán liquidez hasta el lunes por la noche y que la situación posterior dependerá de si hay acuerdo con los acreedores y si el Banco Central Europeo (BCE) aumenta el techo de créditos a los que pueden acceder.
“El dinero en los cajeros automáticos es suficiente hasta el lunes por la noche”, dijo Katseli en declaraciones a la televisión pública griega. Destacó que los bancos tendrán efectivo durante toda la semana y el fin de semana, y subrayó que los depósitos de los ciudadanos están seguros y que no habrá problemas en el futuro con ellos.
“La normalización del sistema bancario se producirá de forma gradual y en función de la liquidez del Banco Central Europeo”, apuntó.
El gobierno griego decretó ayer la segunda prórroga del ‘corralito’ impuesto hace diez días hasta el lunes, después de que el BCE haya decidido mantener la cantidad máxima de liquidez de emergencia que los bancos griegos pueden pedir al Banco de Grecia.
El decreto ley entró en vigor a partir de la medianoche, cuando expiraba la prórroga fijada hace dos días y recoge las mismas restricciones hasta el próximo lunes, un día después de la celebración de la cumbre de líderes europeos sobre Grecia. Actualmente los griegos solo pueden sacar de sus cuentas un máximo de 60 euros por día de los cajeros automáticos, en virtud de dicha medida. Además, las entidades bancarias y la Bolsa de Atenas permanecerán cerradas.
¿UN NUEVO PRÉSTAMO?
Ayer, el gobierno griego solicitó formalmente al Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) un préstamo a tres años, sin especificar su monto, para cumplir con sus obligaciones de deuda y asegurar la estabilidad de su sistema financiero.
A cambio, el primer ministro, Alexis Tsipras, haría tres concesiones: acepta que su economía esté bajo supervisión tres años, en vez de dos; aprobar inmediatamente, a principios de la próxima semana, una reforma fiscal, y un reforma pensional. Pero además, renuncia a que la reestructuración de deuda se incluya en el rescate.
Tsipras pidió en un discurso ante el Parlamento Europeo un acuerdo justo, reconociendo la responsabilidad histórica de su país en la actual crisis.
La nación helénica nunca estuvo tan cerca de una bancarrota, que podría obligarle a acuñar una moneda alternativa y abandonar el euro. Pese a todo, el mandatario de izquierda pareció relajado y confiado, con una nota de humildad, cuando compareció a Estrasburgo, en medio de ovaciones y abucheos aislados.
Horas después de que los líderes de la zona euro, en otra cumbre de emergencia en Bruselas, dieron a Grecia hasta el fin de semana para presentar propuestas de reformas de largo alcance, Tsipras dijo que los griegos no tienen más opción que pedir una salida de “este punto muerto”. El jefe del grupo de ministro de Finanzas de los 19 países que componen la zona euro, Jeroen Dijsselbloem, les pidió a la Comisión Europea y al Banco Central Europeo que evalúen el pedido de préstamo, estudien la sostenibilidad de la deuda griega y aquilaten si Grecia plantea un riesgo para la estabilidad financiera de la zona euro.
REUNIONES DE GOBIERNO Y LA OPOSICIÓN
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, mantuvo ayer diversas reuniones con el presidente de la República, Prokopis Pavlópulos, y los líderes de la oposición para informarles sobre el estado de las negociaciones tras su comparecencia en el Parlamento Europeo. “Mañana vamos a presentar nuestras propuestas. Compromisos claros para la financiación, la reestructuración de la deuda y las reformas. Este es el objetivo y nuestro esfuerzo. Creo que tenemos al pueblo de nuestro lado", dijo en el encuentro con Pavlópulos.
Agencias