El Banco Central Europeo (BCE) anunció una baja de la tasa de interés y medidas para dar liquidez a los bancos, en un intento por suavizar la recesión que se avecina y evitar una crisis de crédito, pero tomó distancia de medidas más decisivas que ayuden a contener los problemas de la zona euro.
El BCE recortó su principal tasa en un cuarto de punto porcentual, a un mínimo de 1,0 por ciento, en medio de la crisis de deuda.
Sin embargo, el presidente del BCE, Mario Draghi, desalentó las expectativas de que el banco vaya a intensificar masivamente sus compras de bonos de los gobiernos de la zona euro si los líderes políticos acuerdan reforzar la unión fiscal entre los países durante la cumbre de hoy.
Draghi dijo que el fondo de rescate de la zona euro es la principal herramienta para evitar que la crisis se expanda, pese a los límites que impone su apalancamiento, y agregó que era ilegal que el BCE o los bancos centrales prestaran dinero al FMI para que compre bonos de la Eurozona.