El presidente del BCE hizo estas declaraciones tras el consejo de gobierno de la entidad, en que se decidió mantener los tipos de interés en la zona del euro en el 0,75 por ciento, el mismo nivel desde julio del 2012. Draghi explicó que la discusión sobre los tipos de interés fue "extensiva" y "prolongada".
La mayoría de los expertos descartaban de antemano cambios en el precio del dinero pese a que los últimos indicadores de tendencia señalan un empeoramiento de la situación en la zona del euro.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno del BCE, Draghi explicó que la entidad observa de cerca las condiciones del mercado monetario y garantizará liquidez ilimitada "todo el tiempo que sea necesario".
"Podemos prever una gradual recuperación económica en el segundo semestre del año", afirmó, para recomendar a continuación a los ejecutivos europeos la aplicación "consecuente" de las medidas adecuadas para la activación del mercado laboral.
Es "esencial que los gobiernos intensifiquen la implementación de las reformas estructurales a un nivel nacional", subrayó Draghi.
"Estamos examinando varios instrumentos" agregó Draghi cuando le preguntaron sobre la posibilidad de aplicar medidas no convencionales para hacer frente a la crisis. "Tenemos que reflexionar intensamente para encontrar algo que sea a la vez útil y compatible con nuestro mandato (...) y tomar en cuenta la experiencia de otros países", añadió.
INGLATERRA, LA MISMA LÍNEA
Por otra parte, el Banco de Inglaterra (BoE) mantuvo sin cambios su tasa de interés principal en 0,5 por ciento y el montante de su programa de activos en 375.000 millones de libras, en su reunión mensual de política monetaria celebrada hoy en Londres.
Ambas decisiones eran anticipadas por los analistas pese a la fragilidad de la economía británica, que se contrajo 0,3 por ciento en el último trimestre del 2012 y corre el riesgo de entrar nuevamente en recesión.
Agencias