Ryanair, que ayudó a crear un modelo empresarial en el que los precios bajos de los billetes se complementan con cargos añadidos como la impresión de la tarjeta de embarque o la facturación de equipaje, llevó un cinco por ciento más de pasajeros el año pasado, pero ganó un 20 por ciento más en extras.
Eso ayudó a que su beneficio neto subiera un 13 por ciento hasta un récord de 569 millones de euros en el año hasta marzo, por encima del pronóstico medio de los analistas de 558 millones en un sondeo de empresas. Sus acciones subían el lunes más de un nueve por ciento a su nivel histórico más elevado, 6,90 euros.
Su presidente ejecutivo, Michael O'Leary, dijo que el resultado es "testimonio de la fortaleza del modelo de costos ultrabajos de Ryanair".
La clave en el aumento de los llamados cargos "suplementarios" fue el lanzamiento de un plan para la reserva anticipada de ciertas plazas en la red, permitiendo a los pasajeros evitar las prisas en ocasiones desordenadas por conseguir los mejores asientos en los vuelos de Ryanair.
La compañía irlandesa dijo que el servicio ha tenido éxito especialmente entre directivos y empresarios que antes usaban las aerolíneas de bandera de más antigüedad, muchas de las cuales tienen problemas ante la subida del costo del combustible y porque los clientes dan más importancia a los precios.
Ryanair está acostumbrada a causar el enfado de sus clientes y de asociaciones de consumidores al introducir cargos por todo tipo de cosas, desde la impresión de las tarjetas de embarque a reservar los vuelos en su página web.
Pero O'Leary, conocido por sus polémicas declaraciones, insiste en el hecho de que la compañía lleva a más pasajeros que cualquier otra aerolínea y que eso la convierte en la "línea aérea favorita del mundo", el lema que utilizaba antes British Airways. Está por ver si podrá mantener ese nivel en los cargos añadidos.
Su jefe operativo, Michael Cawley, dijo en una entrevista la semana pasada que es difícil predecir el ingreso por estos extras a medio plazo, y señaló que la dirección estaba sorprendida por el éxito de la reserva de plazas. Indicó que los cargos suplementarios crecerían probablemente algo más que el número de pasajeros. CRECIMIENTO MÁS LENTO
Los ingresos totales aumentaron un 13 por ciento a 4.900 millones de euros por un incremento medio de las tarifas del seis por ciento. Los costos, medidos por millas por pasajeros, subieron un ocho por ciento, debido sobre todo al incremento del 18 por ciento en el precio del combustible.
En una perspectiva relativamente poco optimista, O'Leary pronosticó una subida de las ganancias del cinco por ciento en el año entrante, puesto que la subida del precio del combustible y el control del tráfico aéreo se podrían 'comer' gran parte de los beneficios.
El crecimiento de su capacidad se frenaría al tres por ciento, dos puntos menos que el año pasado, mientras espera las entregas de 175 aviones Boeing que compró en marzo, y se deberá sobre todo a que mantendrá menos aviones en tierra en los meses más flojos de invierno.
Pero Ryanair suele subestimar sus cifras al principio de año, y su jefe financiero, Howard Millar, calificó el pronóstico de "cauto". Hace un año, había pronosticado un beneficio neto de 400 a 440 millones de euros para el año a marzo de 2013. La compañía tenía un efectivo neto de 61 millones de euros a final de año, a pesar de haber devuelto casi 500 millones a los accionistas en noviembre.
Un crecimiento del cinco por ciento en los beneficios seguiría siendo impresionante comparado con otras compañías aéreas. IAG, Lufthansa y Air France-KLM han estado recortando empleos y aparcando planes de crecimiento al tratar de afrontar la enorme subida de los precios del combustible y las consecuencias de una
economía mundial débil, sobre todo la europea.
El principal rival de Ryanair entre las aerolíneas de bajo costo, easyJet, dijo la semana pasada que espera un crecimiento del cuatro por ciento en los ingresos por plaza en los próximos seis meses, y una mejora de la rentabilidad para todo el año.
Reuters