Argentina empieza la semana al borde de un nuevo cese de pagos si no alcanza un acuerdo antes del miércoles con los fondos especulativos por el caso de los bonos impagos de su deuda soberana, un escenario que el Gobierno baraja como probable mientras intenta transmitir tranquilidad.
En una carrera contra el reloj, el gobierno argentino tiene dos días para llegar a un acuerdo con los fondos a los que califica de "buitres" y que ganaron un fallo que ordenó pactar con los demandantes antes de seguir cumpliendo con sus pagos a los tenedores de deuda de los canjes de 2005 y 2010.
Funcionarios argentinos del Ministerio de Economía, sin el titular de la cartera Axel Kicillof, viajan este lunes a Nueva York para reunirse el martes con el mediador Daniel Pollack, designado por el juez federal estadounidense Thomas Griesa para hallar un camino al cumplimiento de su sentencia que ordena pagar a fondos especulativos 1.330 millones de dólares.
Así lo anunció este lunes en rueda de prensa el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien reiteró que el gobierno busca la reposición de una medida cautelar para poder cumplir con vencimientos acordados y evitar caer en cesación de pagos.
Argentina giró los pagos a los bonistas reestructurados el 26 de junio, pero el juez bloqueó ese dinero depositado en Nueva York y si no cobran el miércoles, la tercera economía de América Latina caería nuevamente en cesación de pagos, después del 'default' de 2001.
"Los argentinos tienen que estar tranquilos porque la vida sigue andando", aseguró Capitanich, portavoz de la presidenta centroizquierdista Cristina Kirchner, en momentos que la prensa asegura que el Gobierno agotó todas las opciones en esta pelea y estudian las implicaciones de enfrentar un 'default'.
El viernes, cuando se realizaron las últimas reuniones con Pollack, éste afirmó en un comunicado que "no se ha alcanzado ninguna solución en el impasse entre las partes". Ese mismo día el gobierno argentino denunció otra vez ser víctima de una "extorsión" judicial y aseguró que seguirá pagando su deuda reestructurada pese al fallo.
RECESIÓN ACELERADA
Diversas consultoras privadas aseguran que un 'default' potenciaría los signos de recesión en la alicaída economía argentina, que desde finales de 2013 acentuó la caída de su actividad económica tras cerrar con una inflación de 28 por ciento, y que en lo que va de año se ubica en 15 por ciento.
"Una caída del 3,5 por ciento del PBI, la inflación anual alcanzando el 41 por ciento y una retracción del consumo del orden del 3,8 por ciento, son las principales variables con las que terminaría el 2014 en un escenario con 'default'", señaló un informe de la consultora Abeceb.com divulgado el fin de semana.
De haber un acuerdo con los fondos especulativos, el informe señala que los indicadores pasarían a "una caída del 1,5 por ciento en el PBI, una inflación del 34,5 por ciento " y una reducción del consumo del 1,8 por ciento.
El economista Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres, advirtió que el 'default' de alguna manera afectará al ciudadano.
"Todo lo que está viviendo hoy Argentina se puede potenciar", afirmó. El principal temor es que empiecen los despidos en este país cuya tasa de desempleo se sitúa en 7,1 por ciento.
Para 2015, año de elecciones presidenciales en octubre, las perspectivas si hay 'default' prevén una merma del 0,5 por ciento del PBI, una inflación del 24,1 por ciento y una retracción del consumo del 0,8 por ciento.
Para la consultora Ferreres y Asociados, sin 'default' podría registrarse un crecimiento de 1 por ciento del PIB, recuperación del consumo, aunque la inflación seguiría por encima del 25 por ciento.
Los analistas coinciden en que una cesación de pagos alejaría la posibilidad de acceder al financiamiento externo.
LA CLAVE DEL 'STAY'
Capitanich reiteró la condición para llegar a un acuerdo: "Argentina necesita tiempo para negociar y ese tiempo se llama 'stay'", como se denomina en inglés la medida cautelar que levantó Griesa cuando su fallo fue convalidado por la Corte Suprema en junio, y que da una prórroga para el pago de las obligaciones hasta enero de 2015, cuando vence la denominada "cláusula Rufo" de los bonos.
Esta cláusula, que Argentina quiere evitar a toda costa, establece que el país no puede mejorar antes de esa fecha la oferta recibida por los acreedores que cambiaron sus bonos so pena de tener que igualar los pagos.
A su vez, a los fondos demandantes tampoco les convendría un 'default', puesto que si Argentina tiene que reestructurar su deuda nuevamente pierden la posición de acreedores privilegiados que tienen ahora y entrarían a negociar como uno más entre todos los bonistas.
Según el diario Clarín del domingo, los propios abogados estadounidenses de Argentina recomendaron "permitir que la
Corte fuerce un 'default' y luego inmediatamente reestructurar todos los bonos externos de modo tal que el mecanismo de pago y demás aspectos relacionados queden fuera del alcance de los tribunales norteamericanos".
CLAVES PARA ENTENDER EL CASO DE ARGENTINA
A continuación algunos puntos clave sobre el conflicto entre Argentina y un grupo de fondos especulativos que tiene al país sudamericano al borde del ‘default’.
*¿Cuál es la deuda original?
Casi 100.000 millones de dólares declarados en 'default' en 2001. La economía argentina colapsó aquel año.
*¿Qué acuerdo logró Argentina?
Los mayores bancos de inversión aceptaron un canje (swap) de bonos viejos en default por nuevos. También grupos de tenedores individuales. Entre 2005 y 2010 adhirieron 93 por ciento de los bonistas, con rebajas de entre 45 por ciento y 70 por ciento de los adeudos.
*¿Quiénes no acordaron?
Un 7 por ciento de bonistas. Entre ellos, fondos de inversión a los que Argentina denomina "buitres" y que apuestan a recuperar el 100 por ciento de la deuda en efectivo a través de juicios. No prestaron dinero al país. Compraron bonos después del default y ganarían, si cobran, el 1.600 por ciento, según cifras del Gobierno.
*¿Quiénes ganaron el litigio contra Argentina en EEUU?
Las empresas NML Capital, del multimillonario estadounidense Paul Singer, el fondo Aurelius, el fondo Blue Angel y 15 tenedores argentinos de deuda en 'default'.
*¿Qué determina la sentencia del juez Thomas Griesa de Nueva York?
El punto más significativo para Argentina es que si quiere pagar a acreedores que ingresaron a canjes, deberá pagarle al mismo tiempo a los fondos especulativos.
*¿Cuál es el argumento de Argentina para no pagar a los fondos "buitres" que ganaron el juicio?
La existencia en los contratos de los canjes de la cláusula llamada Rufo por sus siglas en inglés, que establece que si un acreedor recibe una mejora, todo el resto debe ser beneficiado también. La cáusula vence a fin de año. Hay bonos por unos 20.000 millones de dólares que no entraron al canje y unos 80.000 millones que sí entraron. Sólo de capital inicial, si se aplicara esta cláusula, obligaría a Argentina a pagar en efectivo más de 100.000 millones de dólares.
* ¿Qué plazos tiene Argentina en función de la sentencia?
El primer vencimiento cayó el lunes 30 de junio cuando Argentina debía pagar a acreedores reestructurados. El período de gracia vence el miércoles 30 de julio. Argentina envió los fondos para pagar en Nueva York pero 539 millones de dólares fueron bloqueados por el juez del caso Thomas Griesa.
* ¿Qué pasa si Argentina no paga?
Entrará en default con bonos del canje emitidos bajo legislación de Nueva York. El resto de la deuda en otras jurisdicciones la puede seguir pagando.
*¿Qué consecuencia puede tener una escalada de default?
En Argentina, caída de inversiones y empleo, más impedimentos para tomar crédito, restricción que ya está sufriendo por políticas internas. Este caso puede poner en riesgo las reestructuraciones de deuda soberana de países en dificultades. Los inversionistas podrían desconfiar de entrar en canjes o refinanciaciones por temor a que la Justicia luego le dé la razón a quienes los rechazan.
*¿Qué hizo Argentina en más de una década de aislamiento de los mercados de deuda?
Pagar deuda con reservas del Banco Central, ingresadas vía impuestos a exportaciones. Y desendeudarse. La deuda representaba en 2001 más del 150 por ciento de su producto interno bruto (166 por ciento según cifras del actual gobierno).
Hoy es menos del 40 por ciento de un PIB que, además, creció. Antes, casi la totalidad de la deuda estaba nominada en dólares. Hoy representa en billetes verdes sólo el 8 por ciento del PIB.
AFP