Durante los tres meses de campaña electoral de Venezuela, el presidente Hugo Chávez ha aparecido ocho veces más tiempo en televisión que su rival opositor, ha acelerado sus planes sociales y ha entregado más viviendas que nunca.
La campaña para las elecciones del 7 de octubre es una lucha desigual, donde el socialista Chávez ha alternado con habilidad su rol de presidente con el de candidato, creando una delgada línea que dice respetar, pero cruza constantemente.
El poder de fuego en estos comicios es clave, porque por primera vez desde que asumió el poder en 1999 Chávez enfrenta a un candidato único de la oposición, el joven gobernador Henrique Capriles, justo cuando ha tenido que bajar el ritmo de su campaña tras haber sido intervenido tres veces por un cáncer.
Chávez ha aparecido desde julio casi 80 horas en cadena nacional -retransmitidas por 30 canales de TV y 750 radios- mientras Capriles, por ley, solo cuenta con tres minutos garantizados al día.
Si el candidato opositor hubiera querido igualar el tiempo al aire total de Chávez, hubiera tenido que pagar 60 millones de dólares según los precios de horario estelar.
“Uno va en una pista de 100 metros planos con patines y el otro en una maratón con obstáculos y en subida”, dijo Vicente Díaz, el único de los cinco rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) de tendencia opositora.
No es solo una cuestión de presencia en televisión, Chávez ha compensado el ritmo más apaciguado de su campaña electoral con una catarata de dinero en sus planes sociales -que van desde alimentos subsidiados hasta dinero en efectivo- y amenazas a los que financien a su rival.
Petróleos de Venezuela (PDVSA) duplicó su presupuesto para proyectos sociales a casi 11.500 millones de dólares, además de una nueva partida de 4.000 millones solo para viviendas en el 2011, hasta donde llegan los registros públicos disponibles.
Tan solo entre el 2011 y el 2012, el Gobierno se acerca a cumplir su meta de levantar unos 350.000 departamentos y casas, el 60 por ciento del total construido por Chávez en los últimos 12 años.
Asimismo, Chávez amenazó recientemente a los bancos y empresas privadas que apoyen a Capriles, quien evade cuando se le pregunta de quién ha recibido aportes.
“Yo tengo información de algunos bancos privados que no estaría nada mal pasarlos pa’ la patria, pa’l pueblo.
O grandes empresas nacionales y algunas internacionales que ganan bastante dinero y apoyan los planes de la oposición”, dijo el mandatario. “No sería ni malo un decreto de nacionalización de grandes empresas por atentar contra la Constitución de la República y contra la paz nacional”, agregó.