Cada año, los crímenes contra la flora y la fauna le generan la astronómica cifra de hasta 230.000 millones de dólares a los depredadores ambientales en todo el mundo.
La alerta la dio el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés), que publicó un reporte de un equipo multidisciplinario, apoyado por la Interpol, al cual tuvo acceso Portafolio.
La investigación, bajo el título ‘El Crimen Ambiental, una amenaza al desarrollo sostenible’, señala que las ganancias logradas con el comercio ilegal de animales y bosques es tan grave que difícilmente se compara con los recursos de asistencia oficial al desarrollo global, que apenas llega a los 135 mil millones de dólares por año.
“El comercio ilegal de recursos naturales está generando en las economías en desarrollo de miles de millones de dólares en pérdidas de ingresos y oportunidades de desarrollo perdidas, mientras se benefician de una relativamente pequeña complicidad criminal”, advirtió Achim Steiner, el director ejecutivo de la UNEP, quien explica en el prefacio del informe que el objetivo es evaluar las consecuencias del crimen ambiental en el mundo hoy.
“La situación ambiental ha empeorado porque el comercio ilegal afecta no solo a la vida silvestre, sino que además socava seriamente las economías y los medios de subsistencia de los países”, dijo Steiner.
“El comercio ilegal de recursos naturales está privando a las economías en desarrollo de miles de millones de dólares”, apuntó.
Lo más grave, según el reporte, es que la explotación ilegal de la fauna y la flora “afecta, incluso, la seguridad y la soberanía de los países”, al advertir que este tipo de crímenes se usan para financiar milicias y grupos terroristas.
Por ejemplo, en la República Democrática del Congo y Somalia, en África, la explotación ambiental se ha usado para financiar actividades terroristas y ha requerido la intervención directa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. A su vez, la Interpol ha participado en operaciones policiales en varios países con grandes decomisos de productos ilegales de madera y vida silvestre.
En 2013, la ‘Operación Plomo’ en Costa Rica y Venezuela logró la incautación de 292.000 metros cúbicos de madera y productos de madera, equivalente a 19.500 camiones, valorado en unos 40 millones de dólares.
Sin embargo, el director de la INEP cree que es imperante una respuesta global para atacar la criminalidad ambiental.
USAN EMPRESAS FANTASMA PARA EL BLANQUEO DE MADERA ILÍCITA
Se han detectado redes de empresas fantasmas y de plantaciones que, bajo pretextos agrícolas y de inversión en aceite de palma, son usadas para 'blanquear la madera proveniente de la tala ilegal y exportarla a Estados Unidos y Europa. Se asegura que al mercado norteamericano entran unos 33,5 millones de toneladas de madera tropical por esa vía.
Se sospecha que al menos un 62 % de la madera ilegal que entra a Europa y Estados Unidos llega en forma de papel, celulosa o astillas de madera.
Entre las especies de madera en vías de extinción que se trafica ilegalmente incluyen: El palo de rosa y la caoba. Esta madera se usa en aserrado y material de construcción y muebles. También se usa para el comercio de carbón.
LAS CIFRAS DEL COMERCIO ILEGAL DE FAUNA Y FLORA
El contrabando de cuernos de elefantes, rinocerontes y el carbón alimenta las milicias en África. El comercio ilegal de especies como insectos, reptiles, anfibios, peces y mamíferos generan unos 7 mil millones de dólares anualmente.
Por la tala de árboles, unos 20 a 25 mil elefantes mueren cada año. Solo entre los años 2012 y 2013 la población de elefantes, calculada en 450 mil, ha declinado en un 62 %. El contrabando ilegal de los cuernos de los paquidermos genera 165 millones de dólares cuando es vendido en el continente asiático. Mientras que los cuernos de rinocerontes generaron entre 63,8 y 192 millones de dólares a los traficantes en el mercado negro.
En cuanto al crimen, se estima que la tala ilegal, representa un valor de 30 mil millones de dólares al año, que representa el 30 % del comercio mundial total de la madera.
El crimen organizado, las milicias y los grupos terroristas a través de África cobran impuestos ilegales al carbón por unos 14 millones de dólares anuales.
María Victoria Cristancho
Subeditora - Portafolio