También ofrece ocho años de gracia a la mayoría de los inversionistas.
La Asamblea Nacional se reunirá para aprobar la nueva ley, con la que el gobierno de la isla pretende reinsertar el país en la economía mundial.
Según el diario oficial Juventud Rebelde, la ley propone agresivas rebajas fiscales y ofrece protección legal para los inversionistas extranjeros.
Se espera que la Asamblea Nacional apruebe la ley con pocos cambios o sin alteraciones. Sin embargo las inversiones extranjeras en la explotación de recursos naturales, incluyendo petróleo, podrían estar sujetas a mayores impuestos sobre utilidades de hasta un 22,5 por ciento, según el acuerdo que negocien con el Estado, dijo Juventud Rebelde. En base a la actual ley de inversiones extranjeras, vigente desde 1995, todas las exenciones fiscales son negociadas y las compañías extranjeras pagan impuestos sobre las ganancias de un 30 por ciento.
Cuba aplica además un impuesto laboral del 20 por ciento, aunque está siendo reducido gradualmente.
La nueva ley "aplicaría (...) un tipo impositivo del 15 por ciento sobre la utilidad neta imponible". Juventud Rebelde dijo que el resto de las ganancias podrán ser repatriadas. Los inversionistas extranjeros tendrán que seguir contratando a sus empleados a través de empresas estatales, una de las mayores quejas de los empresarios.
Sin embargo, Juventud Rebelde dijo que los intermediarios en la contratación ya no buscarán ganar dinero, lo que sugiere que los trabajadores recibirán más dinero y será más fácil negociar sus salarios.
REUTERS