La Reserva Federal (Fed)intensificó ayer su ayuda a la agobiada economía de Estados Unidos, lanzando un esfuerzo para llevar aún más a la baja las tasas de interés de largo plazo y reactivar al golpeado sector de la vivienda.
La Fed dijo que lanzará un nuevo programa de 400.000 millones de dólares que rebalanceará su cartera de bonos de 2,85 billones de dólares para inclinarla más hacia valores de largo plazo, vendiendo notas de corto vencimiento y usando esos ingresos para comprar bonos largos.
En su comunicado explicó que comprará 400.000 millones de dólares en valores con vencimientos entre 6 a 30 años para fines de junio del 2012, vendiendo un monto equivalente de deuda por vencer en tres años o menos.
Tras advertir de riesgos económicos “significativos”, el banco central explicó que invertirá lo que recaude por el vencimiento de los valores hipotecarios y de agencias en el mismo mercado hipotecario, un reconocimiento de que se mantiene la fragilidad del sector.
“Indicadores recientes apuntan a la continuada debilidad en las condiciones generales del mercado laboral y la tasa de desempleo permanece elevada”, dijo la Fed en su comunicado.
“Además, existen significativos riesgos a la baja para el panorama económico, incluyendo la tensión en los mercados financieros globales”, señaló la Fed.
Los anuncios recibieron una respuesta mixta en los mercados financieros.
Las acciones cayeron, aparentemente asustadas por la sombría evaluación de la economía que realizó la Fed, mientras que los precios de los bonos del Tesoro subieron, sugiriendo que las medidas fueron más agresivas de lo que se esperaba.
“Esto es bastante similar a lo que el mercado esperaba, pese a que el tamaño es un poco mayor a lo esperado. Europa sigue siendo un caos y la economía mundial por ahora parece estar estancándose.
Y esto parece ser el último tiro de la Fed”, dijo Brian Dolan, estratega de Forex.com, en Bedminster, Nueva Jersey.