Después de dejar atrás su prolongada condición de ser un importador neto de petróleo, Estados Unidos se convirtió, a partir de la fecha, con una producción estimada para junio en 10’680.000 barriles diarios, en el líder de extracción de crudo a nivel mundial.
Supera en esa carrera, a dos tradicionales y fuertes productores como son Rusia y Arabia Saudita. El primero con una producción promedio cercana a los 10.600.000 y el segundo en el rango de los 10.400.000, según fuentes combinadas de las agencias de Estados Unidos, la Opep y firmas de investigación a nivel global, como es el caso de la consultora Rystad, con sede en Noruega, que hace el seguimiento a más de 9.000 campos de producción en todo el mundo.
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De acuerdo con las proyecciones de la Agencia de Información de Energía de Estados Unidos, este país está en capacidad de mantener su liderazgo el año entrante, cuando se pronostica un récord de producción cercano a los 11.500.000 de barriles diarios.
El factor decisivo para su crecimiento se fundamenta en la puesta en producción de 10 campos nuevos durante el 2018 y de seis más en el 2019. La mayor parte están localizados en las cuencas de Texas y Nuevo México, la Costa del Golfo, y los estados de Dakota del Norte y Montana.
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Solamente en el último año, y gracias al auge renovado en la producción de crudo de esquisto, Estados Unidos le agregó a su oferta petrolera el equivalente de 1’600.000 barriles por día, volumen similar a la producción total diaria de un país como Noruega.
El aporte de la participación de esquisto en la producción nacional, pasó de un 30 a un 40 por ciento del total, en apenas los dos últimos años, algo parecido a lo que ocurre en Rusia, donde se estima que la producción por perforación hidráulica representa alrededor de 5’600.000 barriles diarios.
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SE MANTENDRÁ EE.UU. EN EL LIDERATO
El liderato de Estados Unidos se da en medio de un escenario mundial marcado por la decisión de los países de la Opep y Rusia, de mantener por lo menos hasta el final de este año, un recorte en la oferta de crudo del orden de un poco más de un millón de barriles por día.
No obstante, en el caso de soltar las amarras, Arabia Saudita, Rusia e Irán, estarían en capacidad de aumentar su producción de manera inmediata, pudiendo desplazar de nuevo a Estados Unidos.
Analistas de Rystad, por ejemplo, estiman que dicha opción esta cercana impulsada por diferentes factores, como es el hecho de persistente declinación de la producción en México y Venezuela, las interrupciones de la extracción en Nigeria y la reciente reducción forzada por los hechos violentos en Libia.
Dichas circunstancias están ligadas a la vara oscilante de los precios del mercado alrededor de los 70 dólares el barril.
Este forcejeo se da en el seno de un mercado global que transa en la actualidad casi 89 millones de barriles diarios, de los cuales la Opep y Rusia, representan 46,6 millones de barriles día.
Si el precio aumenta, estimula la producción de esquisto en Estados Unidos, y si disminuye, vuelve a poner contra la pared a los países del Golfo Pérsico, en el filo de proceder a nuevos recortes, en lo cual tienen un gran opositor como es Irán, señalan los expertos. Sin que este pueda hacer mucho por las sanciones.
EL MERCADO SIGUE AL ALZA
El petróleo trepó casi un 2% ayer, tras la quinta caída consecutiva del nivel de los inventarios de crudo en Estados Unidos en medio de una creciente preocupación por la oferta global cuando entren en vigencia las sanciones contra Irán.
Los inventarios de crudo perdieron 2,1 millones de barriles la semana pasada en EE. UU., a 394,1 millones de barriles, su nivel más bajo desde febrero de 2015 según datos oficiales.
Los futuros del WTI subieron US$1,27 a US$71,12 el barril.
Los futuros del Brent cerraron con un alza 0,5% a US$79,40.
La Opep y otros productores de crudo se reunirán el 23 de septiembre en Argelia para discutir cómo distribuir los incrementos de suministro dentro del esquema de cuotas para contrarrestar la menor oferta de crudo iraní.
Las sanciones contra Irán entran en vigor el 4 de noviembre, pero no está claro cómo se asumirá ese faltante de hidrocarburos.
Germán Duque Ayala
Miami