La institución europea informó en Fráncfort de que también redujo la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, en 25 puntos básicos hasta el 0,75 por ciento, con efectos en ambos casos a partir del 13 de noviembre.
Sin embargo, mantuvo la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el 0 por cienro. El euro cayó con fuerza casi dos centavos de dólar tras conocerse la decisión del BCE y se cambiaba a 1,3356 dólares, frente a los 1,3510 dólares a mediodía.
La moneda única también caía frente a otras divisas como el yen y la libra esterlina. La bolsas europeas subieron tras conocer la bajada de los tipos de interés del BCE. La mayor parte de los expertos descartaba que el BCE iba a recortar el precio del dinero y contemplaba que lo iba a hacer en diciembre.
Al final, el BCE ha optado por afrontar la amenaza de deflación, que es realidad en algunos países como Grecia y puede perjudicar la recuperación económica en la zona del euro, con una bajada de los tipos de interés.
La inflación cayó en la zona del euro hasta el 0,7 por ciento en octubre, el nivel más bajo hace casi cuatro años. La tasa de inflación se aleja mucho de objetivo del BCE, que es mantenerla cercana pero siempre por debajo del 2 por ciento para lograr la estabilidad de precios.
El BCE no había modificado el precio del dinero desde mayo y había dicho que mantendría los tipos interés en los niveles actuales o por debajo de ellos durante un periodo de tiempo amplio.
Por su parte, el Banco de Inglaterra mantuvo los tipos de interés en el 0,5 por ciento. La fortaleza del euro perjudica las exportaciones de la zona del euro como ya muestran los resultados de muchas empresas en el tercer trimestre del año.
EFE