España figura entre los países de la Unión Europea (UE) que han registrado desde 2008 un “aumento significativo” de las personas inactivas que desisten de buscar un empleo, según un informe de la Comisión Europea (CE).
Esos datos están recogidos en la cuarta edición de la “Revisión anual de Empleo y Asuntos Sociales en Europa”, que analiza las principales preocupaciones en el ámbito laboral y social.
Finlandia, Italia, Rumanía, Hungría, Grecia y Eslovenia son los otros países que registraron junto con España un “incremento significativo” de este colectivo, que fue más fuerte en Croacia y Chipre.
Según la CE, a nivel comunitario durante los años de recesión se produjo un incremento ‘limitado’ de los llamados “trabajadores desanimados”, es decir, las personas inactivas que no entran en la definición de ‘parado’ al no estar buscando empleo, pese a desear trabajar y estar disponibles.
El número de estas personas aumentó de 7,4 millones en 2008 a 9,3 millones en 2013 (pasando a representar del 3,1% al 3,8% de la fuerza laboral).
Con carácter general, los países que registraron aumentos en los “trabajadores desanimados” desde 2008 fueron aquellos que combinaron un alto impacto de la crisis en el mercado laboral y servicios de apoyo a los parados relativamente débiles.
Añade que hay “factores institucionales que pueden contribuir a limitar el número de trabajadores desanimados”, y que los países donde el porcentaje de estas personas es más alto, “tienden a ser aquellos con un apoyo relativamente limitado” a los desempleados.
Otro de los factores que pueden explicar el fenómeno son la existencia o no en el país de incentivos para registrarse como desempleado, el vínculo a esquemas de asistencia social o la probabilidad de encontrar un trabajo.
La comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen, dijo que la creación de empleo es la tarea más urgente a nivel europeo y que es necesario aplicar reformas estructurales y medidas para apoyar el consumo y la demanda.
EFE