Si hay algo que ha prendido la alarma en los siete países más desarrollados del mundo es la crisis financiera de Grecia, más allá de si se queda o no dentro de la Unión Europea. El club de los grandes teme que un posible default griego pueda arrastrar a una crisis económica global.
Los ministros de Finanzas y banqueros centrales del G7 discutieron ayer en Dresde (Alemania) sobre el crecimiento mundial y la armonización fiscal. Sin embargo, el tema griego ha ensombrecido la cita del club de países más desarrollados.
El primero en dar la voz de alerta fue Estados Unidos, en la figura del secretario del Tesoro Jack Lew, quien teme que la crisis helénica pueda afectar la economía global, que aún se encuentra en estado frágil tras la crisis financiera del 2008. A su juicio, “puede ser muy dañina” para el mundo la crisis griega. A esa preocupación se sumó la inusual declaración de la directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, para quien una salida de Grecia de la zona euro es “algo potencial”. Aunque aclaró que eso no significaría el fin de la moneda única, se consideró la posición más dura de la representante del FMI en momentos en que Grecia y las instituciones negocian arduamente un nuevo tramo de ayuda para sus arcas, vacías, antes de finales de junio. Es la primera vez en que un responsable de una institución acreedora de Grecia menciona abiertamente la posibilidad de un ‘Grexit’.
El tema está en la mente de todos, una día después de que el gobierno griego afirmara que se está elaborando un borrador de acuerdo con los acreedores, anuncio en absoluto confirmado por estos (FMI, BCE y Unión Europea). “Es muy improbable que lleguemos a una solución global en los próximos días” advirtió Lagarde, con lo que añadió un nuevo desmentido a las declaraciones de Atenas.
Los ministros de Finanzas del G7 (Alemania, Estados Unidos, Japón, Canadá, Gran Bretaña, Francia e Italia) así como sus respectivos banqueros centrales tendrán tiempo para examinar ese asunto, aunque oficialmente no esté en su menú. Esta tarea ministerial constituye una especie de debate general antes de la cumbre del G7 de jefes de Estado y de gobierno, los días 7 y 8 de junio en Baviera.
EXPERTOS ECONOMISTAS ADVIRTIERON QUE PODRÍA DARSE OTRA BURBUJA FINANCIERA INTERNACIONAL
Eminentes economistas advirtieron a los ministros de Finanzas del G7 sobre las burbujas financieras que están generando los tipos de interés en mínimos y las políticas monetarias expansivas.
El nobel de Economía estadounidense Robert Schiller y el profesor universitario Nouriel Roubini suscribieron esta tesis al intervenir en el simposio de expertos que ha servido de apertura de la primera jornada de trabajo de este foro del G7, según fuentes del Bundesbank (banco central alemán) presentes en el acto.
Schiller se mostró convencido de que la combinación de tipos próximos a cero y programas de expansión cuantitativa, que abaratan el precio del dinero e incentivan la asunción de riesgos, está creando burbujas financieras.
Roubini, por su parte, indicó que, en el caso de que estas burbujas aún no se hayan constituido, irán cobrando forma indefectiblemente en los próximos meses, ya que la Reserva Federal estadounidense no puede subir los tipos de interés rápidamente para atajarlas, pues esto cortaría de raíz el crecimiento de la mayor economía global. El debate transcurrió en términos “abstractos” y “académicos”, de acuerdo con las fuentes del Bundesbank.
El caso de España salió a colación, como ejemplo de “asignación errónea” de inversiones antes de la crisis con la creación de la burbuja inmobiliaria, dentro del debate de cómo dinamizar la economía global.
En este ámbito, que divide a quienes apuestan por el ajuste fiscal y las reformas (como Berlín) y quienes abogan por las inversiones y las políticas monetarias expansivas (como Washington), varios expertos apuntaron que la clave es dar con las inversiones estratégicas que generen crecimiento.
La innovación y la capacitación son en este sentido claves, según coincidieron en destacar los expertos.
Con Agencias